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		| El sueño del tenista
 Solo
 frente a la red
 esperando el vuelo de una reina esquizo
 una exhalacion de felpa amarilla
 
 Se puede matar o morir de un solo golpe
 
 Un ángel vino anoche
 y me dijo en sueños
 que serías el sostén de la familia.
 
 
 
 
 
 Surf
 
 La tenue formación
 de las conchas marinas
 espolvorea
 feromonas en la playa
 Donde acaba el agua
 mirar es mirarse
 Como si en el mar no pasara nada
 
 Los hijos de una costa lejana
 la pantomima
 de mar embravecido
 Las olas sostienen la tabla
 Arriba
 hay alguien
 que no pesa demasiado.
 
 
 
 
 
 Oda a la barrera
 
 Amar es poner el cuerpo
 la cabeza áspera
 los ojos apretados
 los huevos encogidos
 tras el cobarde
 gesto de taparlos
 con las manos
 
 El silbato
 
 Suena un cañonazo
 
 Una cabeza llena de gloria
 rueda por el césped
 
 
 
 
 
 Punto bonus
 
 La mirada del padre
 en la segunda fila de las gradas
 pesa más que los ochocientos kilos
 de carne bovins
 que empujan de frente
 
 La vitrina del club
 viejos laureles dorados por el Blem
 seguirá teniendo un asiento vacío
 
 55 a 12 termina el infierno
 
 El punto bonus que perdió el B
 le costó el campeonato al A
 
 En el vapor del vestuario
 se cocina el purgatorio.
 
 
 
 
 
 Mediodía
 
 En un rectángulo de 20 x 40
 10 tipos juegan hockey
 es domingo de cumple
 y soy parte
 de los invitados
 cinco de blanco y azul marino
 contra cinco en cuero
 y hay dos  chicos
 esperando
 pateando
 una pelota
 
 
 Una grada
 llena de hojas
 nadie mira
 excepto yo
 que no sé nada de hockey
 y lo hago
 para escribir
 un poema sobre deportes
 
 Terminan
 no sé
 si ganron
 o perdieron
 caminan a un quincho
 con un toldo que dice
 Sport 78
 
 Solo se quedaron ellos  dos
 que patean la pelota
 contra el alambrado
 un llamado metálico
 que se pierde en el viento
 y en  los chicos
 que comen hamburguesas
 
 
 
 
 Los pescadores
 
 A Carlos Monzón
 
 Cruzando el vivero abandonado
 volvían
 de la laguna
 al filo de la tarde
 contaban monedas
 una birra Particulares y la Phillisave
 En la tele del bar
 pelíaba
 el Guantes de oro.
 
 Cae Benvenutti.
 
 En la hondonada del mediodía
 Cruzo la ruta 1
 un hombre baja de un Taunus
 deja violetas silvestres
 lo mira en la piedra
 y piensa
 si ese día de pesca
 o de mujeres
 si al final
 la mala fortuna
 fue la curva fatal
 o sólo dejarse
 ir.
 
 
 
 
 
 !2 pasos
 
 No depende de la carrera
 ni de la presión
 o el viento
 
 Apuntar a la cabeza
 agazapada
 
 El  grito herido de muerte
 explota contra el palo.
 
 
 
 
 
 
 Futbol para todos
 
 Un indolente sábado
 tras la pantalla
 deriva en guerra fría
 entre los niños fetichistas
 y sus banderas de barro glorioso
 y las chicas
 que putean a la Shegua,
 por que el
 asado con novela
 derivo,
 por decreto presidencial
 en fulbo y superpanchos.
 
 
 
 
 Box
 
 La sangre
 Bautiza
 las toallas blancas
 una bandera de River
 
 Al otro lado de las cuerdas
 diligentes barruntos
 intentan despertar al molido púgil
 Sobre el telúrico murmullo de hijoputeadas
 y el crepitar de los choripanes
 
 Los oscuros vaticinios
 de los periodistas
 merodean  la ciruela
 de sangre enquistada en el pómulo
 el tectónico bambolear
 de sus rodillas
 
 Del otro lado de la tele
 su novia deja de gastar a cuenta
 una bolsa
 que no va a llegar
 al tercero.
 
 
 
 
 
 Telescópica
 
 A Marina Lezcano
 
 La renuncia al lujo de unas piernas
 deliciosamente femeninas.
 
 La barra indisoluble redobla las apuestas.
 
 Va a ser como Leguisamo
 había dicho el abuelo
 y van
 mujer y potro bravo
 lo abraza ella en la nube polvorienta.
 
 
 No habrá otra
 en quien descanse
 esta cofradía de sus hombres devotos.
 
 
 
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Texto agregado el 16-05-2011, y leído por 119 
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