Quien escribía las últimas páginas de sus memorias era el sabio de Röcken, el todo lo percibió de una manera tal que se haga interesante para los demás, según el, su vida era póstuma; me daba escalofríos estar cerca de el a veces, claro, era el gran amante de la vida, yo lo percibí durante toda el tiempo que lo conocí así, tenia una suerte en si de largo aliento y de profundos pensamientos, “Hay, quien respire mi aire podrá dar fe de que un día existí, de que estoy o de que estuve vivo” no conozco a nadie mas de su edad con ese tipo de psicología humana; me decía que la vida no se trata del “Tu” como lo mencionan otros, mas bien del “Yo” un imperativo demasiando egoísta para ser mas exacto, por que a mi parecer vivimos en un ambiente demasiado habitado por el “Tu” en un país de mas de veinte millones de personas ¿Cómo no pensar en el Tu? le afirmaba con cierta indignación yo, y me decía “ mas enseñamos con los actos que con las palabras; mientras sea feliz yo, una sonrisa regalare a todos los que me rodean” llegando a mi casa después de escuchar todo lo que aquel muchacho me contaba me ponía a pensar con la pelota de béisbol dando votes en una mano; sin un “Tu” no existiría el prójimo, ni la ayuda a los demás, ¿y los niños y los enfermos y los abuelos, que pasaría con ellos?.

Al siguiente día después de abrir los ojos y maravillarme con el día tan hermoso que encontré, me levante, desayune lo más rápido que pude para ir a la casa de Israel al otro lado de los bosques y me lo encontré con su libro bajo el árbol, pensando…

Le dije; no se puede vivir sin un “Tu”, pues el tu existe y mas que negarlo hay que aceptarlo, “El Tu es una forma de separar el individuo del Yo” solo existe el yo, con un signo de interrogación en mi cabeza le dije – ¿como es eso?, mira en tu alrededor todo en la naturaleza es un “Yo” imperativo un “Yo” en potencia esas flores luchan por crecer, esperan lo necesario para levantar sus energías tónicas y no tienen un fin mas que crecer y ser de tallos fuertes para por lo menos soportar el frió o en su fortuna ser alimento para algo mas grande; todos cumplen su rol hacia arriba, nunca hacia los lados, “Todos queremos ser tallos grandes y fuertes, todos necesitamos ser tallos grandes y fuertes y para poder llevar todo esto con absoluto manejo necesitamos del “Yo” ¿yo puedo ser un tallo grande y fuerte? palabra que correctamente debería ir así ¡Yo debo ser un tallo grande y fuerte! Y una vez que un enfermo tenga esa voluntad podrá aspirar a energías vitales para levantarse de la cama, pues la lastima denigra su voluntad, una vez que el niño tenga esas energías vitales puede aspirar a ser alguien grande y fuerte cuando se convierta en hombre, y cuando llegues a abuelo y sabes que las cosas fueron así podrás descansar en paz, no pensando en la muerte, sino en la tranquilidad, todos tenemos un ego una voluntad que no debe ser violada en su intimidad, todo ese ego espera algún día crecer con sus propias fuerzas.