Como un ritual increscendo
que nos convida a una danza
que permanece inmemorial
semeja la poesía, la tuya , la mía.
Cabalgan las letras aires de lluvia
amor, soledad, melancolía,
en su viaje paradojal
que invita al renacer de sueños
y a la llegada simple del dolor.
Se estrellan las letras en las almas
como soles en primavera.
Nos transporta más allá
de todas sus palabras, de todas sus letras.
Desborda el aire con la sal de sus ponencias
hasta nacer en los lugares, diría rincones
mas alejados del espíritu , del alma misma.
Renace en cada flor donde habita
un ángel protector que parece dormido.
Hebras sutiles que teje el verso
que intentamos brindar en cada una.
Poesía es la tuya y también es la mía.