Tengo ganas de espinas que me hagan sentir dolor,
sólo sentir ya sería un privilegio.
Quiero nubes de azúcar y lunas menguantes,
y esa mirada tonta que no se puede evitar,
los suspiros con nombre, los silencios que gritan.

Deseo que mi alma no se sienta tan seca,
que vuelva el caudal que hace latir mi ser,
sentir, amar, soñar !

Tengo ganas de una manos que me guíen,
que recoja mis pedazos e intente rehacerme,
que cure con paciencia mis heridas y respete mis cicatrices,
y que con suavidad me lleve al cielo y al infierno en una noche.

Noche sin luna, oscura, llena de todo y de nada,
la única que sabe mis secretos y mis deseos,
pululan en tus esquinas mis sueños rotos
y en un afán por no alardear al haber sobrevivido a tus desiertos,
te acompaño en soledad hasta que cambie mi suerte.

Cuando se ilumine el sendero del futuro
y este lúgubre silencio abandone mis paredes,
miraré atrás con la frente en alto y el corazón recompuesto
hacia las noches en las que tanto desee no desearte tanto.

Tengo ganas de unos brazos que rodeen mis sueños
hasta hacerlos sentir seguros,
y de unos labios que besen mis tristezas
hasta convertirlas en sonrisas.
Tengo ganas de un amor como el tuyo...