Dejare de redactar ficción para comenzar a escribir tu destino, uno cierto con puerto en mí, no conmigo.

He de dejarte planear planes y prometer promesas, pero rimare tus oraciones con pasos acentuados en nosotros y aquí.

Arrastrare tus encalladas embarcaciones en versos oleajes y te buscare con faros que rueguen tu ayuda para hallar sendero.

Borrare tu pasado, nuestra historia kilométrica para deshacerme de mis si ti mientras redacto prosas de por siempre mía.

La ausencia etérea no será más que espera de elevador, los años que nos separan serán tan solo un aletargado viaje de autobús.

No podrás mas nada que ser feliz y releer tus textos errores, corregir mi ortográfica cordura y reescribir nuestra vida, literalmente.

Romperemos reglas físicas, políticas y gramaticales;
versaremos miradas, rimaremos fechas, cantaremos corazones.

Todo aquello hasta que sin opción viable cierres mis textuales palabras y te ausentes del prologo de mis deseos, dejándome empolvado como libro viejo,
como me has dejado la última vez, como permanesco.



Jaime Carcaño