Siguiendo la métrica de rimas consonantes
Posando las letras en las aguas tambaleantes
Un error cometido, acaba con el nido
Del pájaro que no vuela como es debido

Debería el viento controlarse a sí mismo
Pues es tan fresca la brisa que del norte viaja
Hasta el sur, que tan leve mi rostro ataja
Mejor es arrojar el tornado al abismo

Surgen mis palabras como olas vacilantes
Aunque rompen en las rocas, siguen incesantes
Ha despertado el mar que estaba dormido
Con vara midió el poema recién nacido.