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IV

La lluvia había cesado, pero el cielo seguía muy nublado, él, se levantó y fue hacía la ventana, desde ella veía el huerto, todo estaba en calma y en silencio, sólo se podía oír el sonido de algunas gotas de lluvia que caían sobre las hojas de unos arbolitos pequeños que tenía en la entrada, también, aunque muy lejano, el sonido de la tormenta, la amiga que había ido a ayudarles estaba en el sofá despierta, ella viendo lo que estaba sucediendo prefirió no decir nada, pero miraba por la ventana, estaba muy preocupado, los ojos se le veían muy cansados, por momentos se le notaba la mirada perdida. No hacía ni viento ni frío, de repente comenzó a toser su amiga, y enseguida fue a traerle agua, de nuevo volvió a la cocina, y donde preparaba y tenía todos los utensilios su esposa se paró y comenzó a coger con la mano izquierda algún que otro utensilio de los que su mujer utilizaba, y con la cabeza un poco agachada, y con la mano derecha y pensando en ella los acariciaba, se le notaban los ojos llorosos en ese momento, así estuvo un poco de tiempo, los colgó en su sitio y regresó al salón.
Eran un poco más de las doce y comenzó a llover de nuevo, la noche, presentían iba a ser larga….


V


Comenzó de nuevo a llover, cada vez con más intensidad, dio la vuelta, fue hacía el sofá y se sentó, pasados unos minutos miró hacia la puerta de la habitación y pudo ver que la perrita no estaba, antes de hacer nada le preguntó a la amiga de la familia, y le dijo que estaba dentro de la habitación de su esposa y que no le dijo nada porque creía que se había dado cuenta, se sentó y de nuevo toda la casa estaba en silencio, sólo se oían las gotas que caían en los arbolitos que tenía fuera, a los lados de la puerta del huerto. El salón era bastante grande, elegante y bien decorado, había un piano de color negro, una chimenea decorada con tres platos pequeñitos, algunas figuras de cerámica y algunos objetos de barro, junto al piano había un banquito rectangular pequeño, su forro era de un color (leve) granate y alrededor una cinta verde clara, también dos lámparas elegantes, una al lado y otra junto al tresillo, en las paredes tenían cinco cuadros, se podía apreciar en uno de ellos, el que tenía enfrente, ha una mujer con un elegante vestido largo , también se podía apreciar en él algunos colores de la cara, el pelo era negro que le caía por el hombro, abajo del marco que era de color dorado, una chapita del mismo color pero más intenso. Habían pasado casi dos horas, y aunque en apariencia, parecían que estaban tranquilos, estaban en tensión, sobre todo el marido.
De repente se escucho el sonido de la perrita rasgando en la puerta con bastante insistencia, el marido dio un salto y fue hacía ella, la abrió, cruzó un pequeño pasillo y llegó a la habitación, miró a su esposa y se asustó, llamó enseguida a su amiga, la amiga también se asusto al ver la cara del marido, miro a la esposa y veía como que se asfixiaba, ella, se puso nerviosa, pero aun así, comenzó a moverla con cuidado tratando de buscar el medio para que respirara, enseguida todo lo que había tratado de contener que era lo que le había llevado ha ese estado, comenzó a soltarlo.
Cuándo ya había pasado todo y se sentía mejor el marido se sentó al lado de ella, y sin decirle nada le cogió la mano, y comenzó a acariciarle el pelo y la parte derecha de la cara a la vez que uno de sus dedos le acariciaba suavemente los labios, se miraron y él la trajo hacía su pecho y con mucho cuidado la abrazó…

VI


La tenía abrazada contra su pecho y enseguida dejó que ella volviera a su posición normal, el se acercó a ella y muy cerca de su cara le preguntó que como se sentía, ella le miró y a la vez que le respondía diciéndole que esta mejor apoyando su cabeza de nuevo en su pecho, la amiga de la familia que estaba allí dentro y que tenía experiencia en esas situaciones le preguntó si sentía algo o le dolía algo, y le dijo una vez de haberle dado las gracias por haber ido, que de momento no, ella dijo que se retiraba al salón y que vendría en cuánto la necesitaran, en gran parte quería estar allí cerca de su amiga pero lo hizo por dejarlos solos.
La perrita estaba en el suelo tendida en el suelo y en la parte derecha de la cama, estaba con las patas delanteras estiradas y la cabeza apoyada hacía adelante, ellos en ese momento no podían verla, pero enseguida su esposa le preguntó, cómo sabíais que me encontraba mal?
Porque creo que sino llegáis a tiempo…y no dijo más nada porque su marido sabía el significado de esas palabras, se levantó y fue en busca de esta perrita, miró, dio la vuelta hacía el otro lado de la cama y la miró, la perra también le miró, y su esposa lo miró a el preguntándole que sucedía, que miraba, y se acercó la acarició y la perrita ni se inmutó, seguidamente la cogió y le dijo , ha sido ella, ella nos avisó, se quedaron mirando los dos y le preguntó su esposa, y como esta aquí? Como ha entrado? A lo que su marido le respondió, llegó comenzó a rasgar la puerta y cuando le abrí entro, así sin más, y ya sabes…su esposa le entendió, bueno, ya le había entendido cuando le dijo que ella le aviso…y ella en los brazos, le dijo, enseguida vuelvo, el marido se fue de la habitación y se dirigió a buscarle abrigo en otra habitación que había en la casa, llegó, cogió abrigo para ella y fue al salón echó lo que había cogido que era una manta pequeña y la echo en uno de los sofás a la vez que le decía, de momento hoy aquí, la dejó y en cuanto se dio la vuelta saltó del sofá y llego a la habitación donde se encontraba su esposa antes que el…

Texto agregado el 19-10-2011, y leído por 79 visitantes. (0 votos)


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