Pasan días interminables,
el cuerpo dormido deseoso de besos que no llegarán,
otros labios se hunden y el alma llora
y la angustia muerde y la razón grita “ya no más”;

mas aquí estoy inerte esperando que la vida pase
con la rapidez de un latido
y no lastime mientras muero por no tenerte,
si es que mis cenizas no me entierran
por no ser, por ser quien debo ser y no lo que realmente soy;

destino ingrato qué intriga confabulaste para perderme
en este incierto camino,
mientras mi vida acaba poco a poco,
mientras se muere el último aliento de mi ser,
mientras grita mi alma por serle infiel,
mientras castigo a mi mente por quererlo ver,
mientras me repito que no debe ser,
mientras muere mi piel
por a otro serle fiel.