Divino beso en las alturas
Dador de eterno calor celestial y dulce
Auroras que danzan en la dorada sala
Mientras mi blanco traje se enreda en las dulces espinas de las rosas

Brillantes cubren el blanco cuerpo del príncipe doncella
Mientras bailo en círculos se desprende de mi cuerpo la luz de las estrellas
Santuario de agua, ahógame para purificar mi cuerpo
Mientras el viento dulcemente da un cálido y húmedo beso a mi mejilla.

Una cinta roja abraza gentilmente mi cuello
Y mis pequeñas manos de plata juegan con la dorada arpa, que solo suena para ti
En el lapso del movimiento surge el ondear de las olas
Y los ángeles cantan en honor al regocijo de su padre celeste

Deidades de porcelana jueguen con migo en mi pequeña, pero brillante jaula
Soy una pequeña mariposa que se quema en el fuego, inocente de su perdición
Ámame, tómame, bésame, quiéreme y mátame
Mi sangre da color a las que ahora son rojas rosas del jardín de los recuerdos

Celestial color rosa dorado azul pastel y blanco
Forman las nubes de azúcar que como con inmensa ansiedad
Y en el jardín del edén la mas roja manzana que jamás podría estar
Besa mis labios pidiéndome que la muerda, y este simple mortal simplemente se deja llevar.

Dios en su infinita benevolencia me acoge en sus brazos sin reprocharme el robo del gran árbol
Y mi fragmentado pecho hoy duerme tranquilo en el campo de las violetas
Mariposas de mil colores se fusionan para brindar a mi dorso un bello par de alas
Y vuelo hacia el horizonte, esta vez, para quemarme en el sol.

Besa mis labios de caramelo y palpa mi piel de nieve
Apriétame a tu pecho con tal fuerza que mi dolor sea placer divino
Y muérdeme y lame mi estructura para que sea celestial pasión la que pinte con colores mis lienzos
Entonces danzaras con migo en la celestial cama que se forjo con plumas de cisnes de topacio

Y veras que mi desnudo cuerpo es azul cuando esta bajo la luna
Pues Yukito es nieve, es luna y desea ser el agua que bese tus resecos labios
Y la celestial melodía de los ángeles me arrulla cuando tengo miedo
Mi cuerpo es calentado por los lobos que duermen en mi regazo de seda.

Y cuando mis verdes ojos vislumbran las montañas pienso en que mañana también te tendré
Y soy tan eternamente feliz, pero eso solo es un fragmento de un sueño
Celestial atardecer poco a poco se desvanece y despierto
Y de nuevo intento soñar con celestial momento, cuando te vi por primera vez.

Aunque ya no estas que bello es recordar
Cuando lloramos lagrimas de sangre y besamos las sombras de nuestros cuerpos
Mi piel se derrite al salir el sol
La mariposa muere quemada, pero es feliz de haber tenido tu amor.

Jonathan yukito Lesmes