| Mi vida salto al vacío,soy un esclavo de mí mismo
 los capullos están muriendo,
 los jardines no florecen con hastío.
 Los poetas están malditos
 tus palabras me duelen, y más
 si cada perdón está marchito,
 ¿no me perdonarás?
 La caída enlodó mis manos
 que ciegas erraron más allá,
 juro, fue sólo sed de espinos
 ni una lisonja más.
 El infierno no está lejos
 el equilibrio perecerá,
 las noches son fiebre de cerdos
 las borracheras no saben llorar.
 Todo he arrojado del barco
 mas todo puedo volver a juntar
 pero, si la condena aleja la brisa,
 prefiero abalanzarme a la mar.
 El recelo del perdón es el vicio,
 y tú no quieres regresar
 razones de sobras tienes,
 nada te puedo reprochar.
 Los extraños exigen olvido
 los recuerdos, oportunidad
 la mirada se oculta en el duelo,
 los extraños, extraños serán.
 Las lágrimas no quieren consuelo
 ni el dolor, volver a empezar
 la vida sin llanto no es vida
 entonces, será lo que será,
 mas, bien sabes lo que te quise
 lo que te amo, y más...
 barrilete que escapa al aire,
 tal vez nunca pueda regresar.
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