Hijo: ¡Mamá! ¡Mamá!
Madre:¿Qué ocurre hijo? ¿Te paso algo?
Hijo: Recuerdas que me dijiste que tengo dos papas, no como mis amigos que solo tienen uno. ¿Pero porque solo puedo ver a uno? ¿Dónde está mi otro Papá?
Madre: Él no está con nosotros en este momento hijo. Pero esta en nuestro corazón y en nuestra mente, donde día a día lo imaginamos llegar.
Hijo: ¿y cuando llegara Mamí? –Entusiasmado- ¿en un mes? ¿En un año?-molesto- ¿Por qué yo nunca lo he visto?
Madre: Porque cuando tu, mi amor, llegaste a nuestras vidas, tu primer Papá aun no estaba listo, pero estoy segura que tu llegada la esperaba con la misma ilusión que tu segundo papá y yo.
Hijo: mmmmm ¿y porque mi segundo papá si estaba listo y el primero no? ¿Cuándo yo sea grande tendré hijos, ellos también tendrán otro segundo papá?
Madre: A ver mi amor, creo que te estoy confundiendo, y creo que es momento de que tu y yo platiquemos, y resolvamos esas dudas. ¿Te parece mi amor?
Hijo: Si Mamí – entusiasmado responde. Quiero saber donde estará mi primer Papá y cuando llegara para enseñarle todos los juguetes que mi segundo Papá me ha comprado y también invitarlo a jugar futbol. En la escuela me envidiarían, tendría a un papá portero y a un papá entrenador.
Sonriendo corre el niño a sentarse en el sillón que se encuentra frente a una gran ventana que da al jardín donde, su segundo padre esta lavando el carro que con tanto esfuerzo a batallado para comprarlo y consentirse por primera vez después de pagar las colegiaturas, ropa, juguetes e inscripción a los cursos de música (guitarra clásica) y fotografía que a su amado hijo a obsequiado.
Sonriendo el segundo padre voltea y ve al niño, moviendo su mano derecha lo saluda y de igual manera ve a la madre que angustiada esta por no saber cómo explicar la usencia del primer padre. Es indescribible la mirada llena de amor, ternura y admiración que el segundo padre obsequia a la mamá de su primer hijo.
Madre: Hijo ven siéntate conmigo, primero te explicare como se explicaría la gente adulta, y después, cuando estés lleno de dudas, explicare todas ellas ¿va?
Hijo: Si Mamí.
Madre: Hace 8 años atrás tu primer papá y yo nos queríamos mucho, pasábamos mucho tiempo juntos, en le día y en la noche, por muchos meses. Tu papa segundo en ese momento era mi mejor amigo, con el compartía muchas cosas de amigos.
Interrumpiendo a su madre el niño exclama
Hijo: ¿Cómo Carlita y yo cuando compartimos en la escuela nuestro sándwich?
Madre: Sonríe y dice. Más o menos así mi amor.
Hijo: ¿Y que paso con mi primer padre?
Madre: Cuando fruto de nuestro amor y nuestras horas juntos me di cuenta de que te estabas formando dentro de mi cuerpo, lo mencione a él. Pero tuvimos que tomar una decisión. Él se sorprendió mucho, pero tenía muchas actividades aun por realizar en su vida, así que menciono que por el momento sería difícil estar con nosotros porque tenía que continuar con ellas y aunque él no lo quisiera así, el tenia que separarse.
Hijo: ¡Mamá! – Sorprendido dice. ¿Tú y mi papa primero tuvieron sexo? – aclarando, el niño dice. La maestra Lulu nos ha dicho que cuando los papas tienen sexo los niños se forman dentro del estomago de la Mamá, pero guacala, para que pase eso tienen que besarse mucho, yo no haría eso con Carlita.
Frunciendo el seño y creando un sin fin de gestos el niño ve a su Madre. Ella sonrojándose sonríe y sigue explicando.
Madre: Así es hijo tu papa primero y yo tuvimos sexo y así creciste tu.
Hijo: ¿Y porque mi papá primero no quiso quedarse con nosotros y mi papa segundo si? Triste ve a su madre.
Madre: Porque tu papá segundo se entusiasmo desde el primer momento en que le dije que yo llevaba un niño dentro, en mi pancita, y dándose cuenta de que Papá primero no estaría con nosotros, el quiso estar, verte crecer, jugar y sonreír.
Hijo: mmmmm –triste- ¿pero aun no entiendo porque mi papa primero no quiso estar con nosotros?
Madre: Te pondré un ejemplo mi amor. Cuando juegas con Memo a la guerra ¿que necesitan para jugar?
Hijo: Huy muchas armas y escondites, y también súper poderes
Madre: Así es mi amor, los papas son igual, para poder ayudar a un niño a crecer los papas necesitan armas, que son: sabiduría, madurez, muchísimo amor y también estudios que le permitan tener un buen trabajo. Un hogar como escondite para poder brindarle toda la seguridad posible y un refugio al cual llegue. Los súper poderes son la voluntad de estar siempre disponible, la fortaleza de vencer todos los miedos posibles para que el niño aprenda con ellos a vencerlos, la responsabilidad de responder y decidir en un determinado tiempo sobre las mejores condiciones de la vida de un bebe y sobre todo el respeto a la vida digna de este ser mi amor. De un bebito que está creciendo en la panza de su mami.
-el niño no dejaba de ver con asombro a su madre, y atento permanecía escuchando todo lo que ella le decía.
Madre: en aquel entonces antes de que tú nacieras, tu papa primero no estaba preparado para ello. Yo como tu mami que soy, y quien era la que te llevaba dentro aprendí a sobrellevar todas las actividades y a llevarte a ti con orgullo y disfrutando cada minuto contigo en mí, tu papa segundo deseaba compartir esos momento conmigo. El ya había aprendido a manejar sus armas ante la guerra, el ya tenía un refugio que es nuestra casa, y estaba listo para mostrar sus súper poderes. Entonces decidimos que él era el adecuado para enseñarte a vivir.
Hijo: entonces ¿Mi papa primero nunca estará con nosotros? – triste la mira.
Su madre con un nudo en la garganta y conteniendo las lagrimas en su mirada por ver el rostro triste de su hijo y el sufrimiento que podría ocasionar si no decía las palabras adecuadas, continua explicando.
Madre: Tu primer padre tiene el poder de tomar esa decisión mi amor. Cuando un soldado va a la guerra debe estar muy preparado, para aprender a distinguir a quien hará el bien y no hará sufrir, porque si lo hace estando sin preparación puede ocasionar muchísimo daño y eso no sería sano para nadie amor. Él sabrá en qué momento podrá acercarse, pero nunca le guardes rencor, sabes porque, porque no sabemos si nosotros algún día estemos frente a una situación similar. Además tienes que agradecerle la oportunidad que te dio al nacer, porque gracias a él has podido conocer a tu segundo papá. Y aun si no estuviera tu segundo papá, aprenderías a ser muy fuerte, y con el tiempo, orgulloso podrás presentarte ante él como una persona estable y consiente, y el apuesto estaría admirado de ti.
Hijo: Mamá, ¿Yo soy malo? Las guerras son malas –triste la ve.
Madre: No hijo, nunca pienses eso, la guerra no eres tú. Tú eres el objetivo por el cual luchar en esa guerra. Eres lo principal, lo más importante, lo que hay que salvar.
Hijo: ¿Y tu Mamá, también eres un soldado?
Madre: Si hijo, yo soy el soldado que causo esta guerra, pero también aquel soldado que defendió tu derecho a vivir, y que sin importar el resto del mundo inicio la batalla con motivo de darte cada día lo mejor de sí.
Hijo: Mamá te quiero mucho, y a mi papa segundo también, y sabes también a mi papa primero, porque si no fuera por él, yo no los tendría a ustedes.
Madre: Así es hijo. Ahora vamos a comer, y cuando veas a tu papá segundo, dale un fuerte abrazo, muy fuerte, por ser el soldado más resistente en esta batalla.
Hijo: ¡Papa! ¡Papa! -grita emocionado. ¡Vamos a comer!
Madre: Una última cosa mi amor. Jamás te permitas cerrarle tu corazón y las puertas de este, a tu primer padre para cuando él se sienta completo, pueda involucrarse a la guerra. Con emoción exclama las 5 últimas palabras.