| Si, un desdichado escritor un día de tantos se encontraba frente al blanco de su hoja y al rojo de su pasión, y sin pensarlo mucho escribió el siguiente poema:
 Texto maldito texto,
 ¡no te dejas dar forma!
 no estas presto a mi necesidad,
 y ahora, ella se va escapar,
 ¡y todo por tu culpa!,
 la adecuada combinación de las 27,
 y eso seria 27 factorial,
 ¡1.08888695 × 10^28!,pero aun así,
 con todo un universo de combinaciones,
 ¡no te dejas manejar!.
 
 Lo leyó una vez, y decidido que así estaba bien, que era lo suficientemente bueno como para conquistar alguna pendeja, y con un poema en la mano, y un par de pesos en el bolsillo, salio a tomar el bus, en un hora estaría en el centro de la ciudad descrestando señoritas y bebiendo margaritas, eso pensaba el desdichado escritor mientras se acercaba al paradero, al llegar allí vio a una dulce creación de la naturaleza al otro lado de la calle, la miro (con la boca bien abierta, por supuesto), y miro  su poema, así repito esto 3 veces, mientras tanto el universo confabulaba despiadada mente en contra del desdichado escritor, así, el escritor decidió pasar la calle para saludar aquella angelical criatura, solo alcanzo a dar dos pasos, ya que el bus que estaba esperando lo despedazo tanto a él como al poema, pedazos de escritor desdichado salieron volando por los aires, cubriendo el pavimento de un apasionado color rojo, y así como así la dulce creación de la naturaleza, el poema, el bus y el desdichado escritor
 acabaron metidos entre un cuento.
 
 
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