| Mis tormentos, acaban en una profunda amargura, de dolor, de rabia, y coraje...
 es tan fácil apreciar lo malo, y tan difícil lo bueno?
 
 E descubierto las barreras de mi yo interno, que me piden y me claman, lamentarme por la oscuras,calles
 del viejo callejón donde siempre, lo veo...
 
 Callado, rígido, encorvado, pero siempre con una sonrisa encantadora; yacen en el, lo mares de mis delirios como si
 aquel coraje resentido, del alba, se describiera, como cuando el zapato toca el suelo, y a cada paso
 que da este es tan breve, en tan poco tiempo.
 
 Su cigarrillo toca mi inmensa incertidumbre y me pide, absorbe la nicotina que le provoca aquella adicción de succionar cada vez mas..
 
 Jamas le e visto tan deleznable, apacible, e incontrolado, en lo mas incógnito del profundo vació, que en ese entonces aun no sabia que es lo que el sentía.
 
 Parecía como vociferar el lamento que perduraba sigiloso y sórdido...
 
 Todo acabo en un recuentro de hechos, de mil palabras inexplicables, que me quedan, y que a
 mi tan corta edad solo me queda por encontrar...
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