Será que mis ojos
Ya no miran la superficie,
Y mis manos buscan
Tocar más que piel.

Será que las ramas
De mi árbol se cansaron de
Soportar el peso de las aves
Que sólo buscan provecho de mí.

Será que ya no quiero
Que las abejas se lleven
Todo el polen que les place
Y olviden la flor que les dio alimento.

Será que olvidé
Despertar del sueño mágico
Y dejé que los gusanos
Hicieran su morada en mi fruto.

Será que me he embarcado
En una búsqueda infructuosa
Que sólo me hará vivir
En la carne y placer.

Será que al final de mis días
Podré hallar ese gran tesoro
Y ella esté, al igual que yo,
Gastada, vivida.

Será que deseo poseer
No lo bueno ni lo mejor,
Sino aquello que como yo,
Extraordinario, complejo, libre.

Será a lo mejor que
Ella está siguiéndome por detrás
Y sólo necesito voltear a mirarla y ver que,
Al igual que yo, tiene sed.

Será que al errar
Me acerco más a ella
Y debo ir en sentido contrario
Al de las aves cuando migran.

Será que por fin entiendo
Que ella no existe y sólo me mira
En mi imaginación, entonces
Será por eso que estoy sólo.