TU COMUNIDAD DE CUENTOS EN INTERNET
Noticias Foro Mesa Azul

Inicio / Cuenteros Locales / ElDesletrado / Ayer te hice mía

[C:492302]

Ayer te hice mía,
Lo sé, será para siempre,
Pues, a través de tus ojos, puedo escudriñar
En tus pensamientos más profundos;
En tus deseos más íntimos,
Y en tus sentimientos más escondidos.

No necesitas decir nada, te puedo entender
Y te puedo escuchar con sólo acompañarte.

Cada día a tu lado,
Me fui apoderando de un pedacito tuyo,
Ahora poseo de ti lo suficiente para poder decir
Lo que ya sabes…

Que ayer te hice mía,
No es un secreto, es una verdad,
Una realidad que está impregna en el quehacer,
Es una marca de fuego en el pecho ardiente,
Sudoroso de tanto amar, de tanto deseo.

Ayer te hice mía,
Y no en la carne,
Pues, no necesité tu cuerpo
Para poseerte; te he enseñado,
Te he mostrado diversas maneras de amar.

Mis manos te han tocado más allá de tu cuerpo,
Mis ojos te han mirado los rincones más escondidos,
Y mi cuerpo ha sentido tu calor ardiente,
He sentido tu presencia y tu ausencia;
He escuchado tus palabras, mil veces,
Y he descubierto el mensaje escondido,
Que me amas y no sabes cómo demostrarlo, no lo haces;
Y que no me amas, y eso es, precisamente, lo que no sabes hacer.

No hay duda de que
Ayer te hice mía,
Y me siento todo un hombre,
Que no se cansa de amarte, de poseerte,
Y no en la carne.

Sé que eres mía,
Pues, como tú, desperté
Al monstruo devorador que habita en ti.
Somos dos fieras enfrentadas, amándose y en disputa.

Puedes estar segura,
Ayer te hice mía, y
He pagado un alto precio,
Y pagar el precio me dolió
Pues, hay cosas que no están valorizadas;
Las lágrimas, el llanto del corazón, el sufrir en silencio,
El amar a gritos, la desesperación de verte,
El deseo de poseer tu carne; y siento que no habrá cambio.

Hoy ya lo sabes,
Ayer te hice mía
Y yo me entregué a ti,
Te enseñe mis secretos, mis tesoros
Y mi lado vengador, y cuando
Lo hice, te apropiaste de mí,
Y soy tan tuyo, como tú, lo eres mía.

Ayer te hice mía,
Y ayer ni siquiera te vi
Pero puedo comprobar que,
Ni la distancia, ni el tiempo,
Ni ningún mal creado sobre la tierra,
Podrá negar nuestra única verdad.

Cómo negarlo,
Estoy convencido,
Ayer te hice mía
Y devoré, y examiné cada centímetro tuyo,
Y penetré en ti de tal forma que aún en la distancia,
Cada noche, nuestras almas se desvisten y se aman
De la única forma, en la carne, en la que aún nos falta amarnos.

Texto agregado el 14-01-2012, y leído por 58 visitantes. (0 votos)


Para escribir comentarios debes ingresar a la Comunidad: Login


[ Privacidad | Términos y Condiciones | Reglamento | Contacto | Equipo | Preguntas Frecuentes | Haz tu aporte! ]