Qué difícil es hallarte,
cuando no te busco vienes
como si escucharas
mis pensamientos internos
que te llaman a gritos.

Y cuando ando, tratando de olfatear
a la distancia tu cercanía,
ahí es cuando lejos te veo.

Serás tú la musa indicada,
o tal vez, un espejismo
de dimensiones incongruentes
que aparece cuando la imaginación
no es suficiente y desea algo real.
Tu voz insonora me llama,
tu olor inodoro atrae mis sentidos,
tus palabras escondidas, aquellas que no dices,
son las que más me gustan, pues,
descubro en ellas conflictos, rebeldía,
pasión incontenible y, sé que allá,
donde tus pies bendicen el suelo,
allí estás, esperando, deseando algo,
abre los ojos y verás que a lo lejos,
al igual que yo, hay alguien que te añora,
yo te añoro.

Serás tú la musa indicada
que adorne mis versos con su belleza,
y derrame delicias en su andar a mi encuentro,
o serás un espejismo de dimensiones incongruentes,
tan incongruentes como los versos que lees, tan ilógico
como escribir que te añoro y deseo tenerte, o tan ingenuo,
a lo mejor, que no termino de crear fantasías.

Se mi fantasía, adorna mis versos,
resplandece en humildad, que desde ya
brillas con luz propia,
hazte realidad.