Cada día que pasa
encuentro el más mímimo motivo
para estallar en coraje
y esto es algo que se
me está saliendo de las manos.
Y es así como demuestro
cada vez más la intolerancia,
y la falta de comprensión
hacia quienes me rodean,
llegando incluso a lastimarlos.
Viene de pronto,
en cualquier lugar,
en cualquier circunstancia,
ella invade mi mente
y corroe mi alma.
Así pasan las horas,
los días, los meses
y los años, con la misma
rutina de siempre,
debe existir una manera
de salir de esta crisis.