Mi nombre es Eusebio y me apodan “el bueno”; saqué el premio de mejor compañero todos los años de colegio y ahora los vuelvo a ganar en el trabajo, todos me consideran un buen tipo, acuden a mí en caso de cualquier problema, porque saben que tengo buen corazón y no podré rechazar la petición de ayuda.

Mi familia es fenomenal, mi mujer cuida muy bien de mis hijos, ella siempre de jacta con sus amigas de mi nobleza, de lo suertuda que se siente de que yo sea el padre de sus hijos; en mi trabajo no doy problemas, apenas hablo, me esfuerzo día a día a cumplir los objetivos de la empresa, y para qué hablar de mis amigos, me aprecian bastante, siempre hablan bien de mí a todo el mundo.

Dicen que soy diferente, que tengo una personalidad compleja, que escapo un poco a los roles que se distribuyen en esta sociedad. Nunca he tenido un problema con nadie, evito todo conflicto; considero que toda persona tiene una gracia y trato de buscársela, para así entablar una amistad con él, aún sabiendo que es un desgraciado. En mi barrio muchas veces se habla de mi voluntad, de lo trabajólico que soy; mis vecinas me admiran, para ellas soy algo parecido a un santo, bueno, y para sus maridos soy el idiota más grande que han conocido.

¿Pero saben qué?- Esta etiqueta me importa un carajo, es sola una imagen que tienen de mí; considero que he sido un idiota la mayor parte de mis días.

Acaso no creen que sé, que Eladio, mi compañero de trabajo, es amante de mi mujer por más de cinco años; ella disfruta del placer sexual que él le entrega sin preocupación, porque este tonto quien les habla pasa todo el día en el trabajo, para que no le falte nada a sus hijos.

Conozco la imagen de estúpido que tiene el jefe de mí, soy el perfecto idiota que cumple intachablemente con sus funciones por un sueldo insignificante, sin pedir aumento de sueldo por más de diez años. Para que hablar de mis compañeros de trabajo, ellos se han aprovechado todo el tiempo de mi esfuerzo laboral, mientras fuman y juegan a las cartas sin mayor inquietud.

Quiero que me respondan algo por favor ¿Es relevante en esta sociedad ser buena persona?¿Hasta qué punto tienen que llegar los comportamientos para no parecer estúpido?

La nobleza, la humildad y el respeto fueron implantados en mí desde la niñez, mis padres consideraban que estos eran pilares fundamentales para mi comportamiento; pero pensándolo bien, ya quedaron obsoletos en esta sociedad tan competitiva, ambiciosa, traicionera y superficial.
Mi alegría no es una Imagen, una etiqueta; el pensar y que piensen de que todos me quieren es una falsa, sabiendo que en el fondo, en lo relevante de la vida, soy un aplastado, un consumido por las dinámicas individualistas de los seres que habitan mi entorno.

Gracias a dios no es tarde, quiero pronto degustar la infidelidad, la traición, la ambición, la agresividad; cómo saben que en una de esas encuentro la felicidad, esa felicidad que mi etiqueta de buena persona nunca me dio.