Je peux aimer tout le monde
avec se poison marron du la vie

Puedo creer en las formas,
y ser directora de una orquesta
en donde sólo tocarán
la misma canción, mientras
se mueven los dedos en el aire.

I can.

Je peux.

Yo puedo confiar en el aroma
de las fresas cuando se
está pudriendo todo: ver, oír,

sentir - aunque a veces en
realidad no sé si siento,
o eres tú la que se pone a mi lado
y me dices que siento, o que no lo
hago, o que el viento
está soplando... - que
la vida es sobrecogedoramente
suicida.

Inventar palabras para escribir canción con
dos signos y en lugar de decir
te amo, decir te deseo, o
gritar adadadadaaa con la voz casi
quemada por el verano.

Nos hemos perdido, y
en ese momento pretendemos que
los silencios se apaguen,
que los enfermos se sanen,
que los muertos resuciten y
nos digan, sonriendo:

el día está soleado.