Hay negras lágrimas sobre hojas,
Se dejan caer, se dejan rodar
Y pronto caen sobre el amanecer
Y luego se esfuman al verte desaparecer

Suave melancolía de un turbio despertar
En sus brazos me dejo arrullar
Gotas de tristes segundos que se van
Lentamente mi corazón se va, a volar

Vuela lejos, deja este mundo,
Desaparece entre las sombras de un frenesí
Narcótico de almas y de canciones
Que se esfuman con el alma del viento.

Deja que este sol se oculte otra vez,
Aparta de mí estos olvidados anhelos
Revela el sol a otro mundo,
No retornes, no hay una vuelta más.

Hay hojas secas sobre un triste Abril
Que caen hacia el patio de mi jardín,
Huellas que marcan las horas
Hacia el retorno, hacia el final.

Una puerta que late tu partida
Una sombra que no retornará
La herida abierta que ya no cerrará
Días que caen como la lluvia en el mar

Estridente resplandor de mis recuerdos
Que juegan dentro de mí
Se visten de mis anhelos y esperanzas
De aquellas que no volverán a salir

Las olas de este calmo mar
Volverán a fuertemente agitarse
Para no dejar volver al capitán
Al dibujante de ilusiones.

Hay un abril que nunca volverá
Y ese será aquel turbio día
Que las flores dejaron su huella marchita
En el que el tiempo jamás regresará