| sólo un montón de palabras que me gustan,
 que si las ordenas pueden parecer una poesía.
 de ti.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 la mañana naciente, olvidada,
 partía quemada,
 resumida,
 sumida tu última voz
 en la llamada,
 llamarada de tus llantos insufribles,
 en tus gotas, tus miradas
 que clavan, que cambian, que cansan de cansar en las orillas
 de tus almas
 y tus almenas inalcanzables,
 inamovibles, insostenibles, insoportables, impresionantes cual sus sonrisas
 tus risas radiantes, rabiosas, brillantes y escapadas,
 escampadas, estampadas en mi sueño pesadilla,
 seña y señuelo de que debo
 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . -bebo de tus carcajadas
 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . melodiosas y vibrantes-
 de una vez
 . . . . . . . . -avisada, avezada, valerosa-
 rendirme ante la oculta risotada de la noche,
 de la que fuiste, gentil hombre inocente,
 justo, kilometraje necesario
 para observar la mañana, naciente aurora marchita, malhadada,
 que partía quemada, resumida,
 sumida en tus penumbras embrumadas, emplumadas,
 embrutecida tu última voz en la llamada,
 llamarada llorosa de tus llantos insufribles,
 en tus gotas, dolorosas, tus miradas malagradecidas
 que cansan de cansar en las orillas
 de tus almas y tus almenas inalcanzables…
 
 
 
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