Papá siempre me decía:
- Gustavo, para saber el futuro hay que conocer la historia...
No se cuanto de esto influyó en mi educación pero confieso que Historia y Geografía siempre fueron mis materias preferidas. No fue hasta mucho tiempo después que, hilando en mi propia y pequeña historia temporal encontré patrones que demostraban tal aseveración.
Entre 1951 y 2010, no fueron pocos los casos cíclicos de gobiernos democráticos corruptos, interrumpidos por revoluciones de gobiernos militares, que solo restablecían el orden por un tiempo para decaer, corromperse y ceder el poder a nuevos gobiernos democráticos finalmente corruptos. Y ni hablar de los casi idénticos ciclos económicos, devaluaciones, crisis, etc.
Desde entonces tomé como costumbre para intentar avizorar el futuro, mirar para atrás.
Los ejemplos de la antigua Grecia, el Impero Romano, el Otomano, Napoleón y Hitler siempre fueron útiles para imaginar el destino de mi país y dentro del mismo el mío propio.
Las circunstancias de mi vida hoy me llevan a enfrentar un dilema personal que me quita el sueño. Justamente, soñando comienzan estas líneas...

- Que es dunkerque? – me pregunta mi mujer esta mañana en el baño.
No entiendo bien la pregunta, todavía estoy medio dormido así que contesto con otra.
- ¿Dunkerque?, ¿por que me preguntas?
- Ya van dos veces que hablas solo y repetís esa palabra.
Mi memoria vuela a la historia… El Desastre de Dunkerque.

El primero de Setiembre de 1939. El ejercito alemán poniendo en práctica lo que luego seria la conocida y temida “Blizkrieg” (guerra relámpago) invade Polonia con tanques, infantería, aviación, naves de la armada y submarinos dando origen a la segunda guerra mundial.
Esto provocó la inmediata reacción de Franceses, Ingleses, Holandeses y Belgas que, anticipando un frente de guerra occidental se prepararon para defender las viejas líneas defensivas Maginot, ante una posible invasión del ejército alemán.
Ocho meses después de iniciada la guerra, el 10 de mayo de 1940 con otro “Blizkrieg”, Hitler probaría la ineficacia de la línea Maginot y la guerra convencional. En tan solo seis semanas Alemania ocuparía Francia y los países bajos.
En este contexto se desarrolla la batalla de Dunkerque.
El avance relámpago del ejercito terrestre alemán apoyado por la Luftwaffe obligó a los defensores (belgas, franceses e Ingleses a replegarse en Dunkerque sobre la costa francesa al norte de Calais, apenas a unos pocos kilómetros al norte de donde hoy cruza el túnel del canal de la mancha y el mas cercano a las Islas británicas.
La operación “Dynamo” fue concebida por el Mariscal de las fuerzas expedicionarias Británicas, John Gort, con el propósito de evacuar la máxima cantidad de soldados aliados atrapados en Europa.
El plan fue fuertemente resistido por el alto mando Británico, las reales expectativas de rescate no superaban los cincuenta mil soldados, las perdidas de naves, y aviones de la RAF podían ser muy elevadas, adicionalmente la logística de desembarco y embarco en las poco profundas aguas de Dunkerque dificultaba a las naves de guerra aproximarse. El riesgo de una posterior invasión alemana a las islas era grande, Inglaterra no estaba preparada para defender su territorio, y mucho menos a rescatar unos pocos soldados.
Finalmente la decisión fue política.
El veinticuatro de Mayo El Primer Ministro, Winston Churchill, un verdadero líder político, contra todas las recomendaciones de su alto mando militar aprobó el plan “Dynamo” Argumentando que hay veces en que hay que hacer “lo que se debe hacer” y no “lo que conviene hacer”.
Curiosamente, en ese mismo momento los Panzers de Von Runstedt se estacionaban a 13 kilómetros al norte de Dunkerque por orden del mismísimo Führer.
La historia no tiene explicación para la orden que Von Runstedt recibe directamente de Hitler. Las posibles razones estratégicas que se analizaron fueron:
1) Hitler no quiso humillar a los Ingleses para lograr una posible paz acordada
2) Hitler no quiso exponer a sus Panzers a un probable empantanamiento en los canales que circundan Dunkerque
3) Goering convenció a Hitler de que su Lufwaffe bastaba y sobraba para evitar la evacuación.
Lo cierto es que el veintiséis de mayo comenzó la evacuación. El operativo fue caótico. Las naves de la Royal Navy alejadas de la costa se defendían de los Stukas de la Luftwaffe con artillerías antiaérea ayudadas por los aviones caza de la RAF, mientras cientos de barcazas, lanchas particulares, remolcadores del Támesis, barcos pesqueros y hasta barcos de vela particulares, llegaban a la costa Francesa, embarcaban soldados y los llevaban a barcos de la marina en el canal, solo para volver una y otra vez. El primer día rescataron solo siete mil soldados, al día siguiente mas lanchas particulares y barcos de pesca se sumaron a la misión. Muchos desaparecieron para siempre en el fondo de las aguas del canal. El dos de Junio finalizó la Operación Dynamo, ya que Hitler ordenó la ocupación de Dukerque.
Sesentiocho mil soldados aliados murieron, fueron heridos o capturados prisioneros. Junto con ellos se perdieron dos mil setecientos cañones, y sesenta y tres mil vehículos entre los cuales se contaban los cien nuevos tanques Mathilda MK. Muchos barcos fueron hundidos y averiados y muchos aviones ingleses fueron derribados. Pero, contra toda esperanza los evacuados no fueron cincuenta mil sino casi trescientos cuarenta mil.
Doscientos dieciséis mil ingleses más ciento veinticuatro mil franceses y belgas.
La historia remarca que el 6 de Junio, dos años después, se produciría en Normandía la operación militar mas grande de la historia, todos los documentos bélicos resaltan la heroica toma de la playa de Omaha por parte del ejército Americano pero también hubo un desembarco que la historia ha olvidado, el desembarco en las playas Juno y Gold. En la primera oleada participaron casi la totalidad de los trescientos cuarenta mil soldados rescatados del “desastre” de Dunkerque.
Esta claro que ellos solos no ganaron la guerra, solo hicieron su parte, la parte que debían…

Los recuerdos llaman a recuerdos. Me siento frente a mi computadora y busco, tal como lo conociera hace casi cincuenta años a “El desastre de Dunkerque”. El titulo que me propone el buscador me desconcierta, ahora se llama…“El milagro de Dunkerque”. - ¿Cómo?, -¿No fue acaso un desastre?
Parece que la historia cambió de opinión…parece que esta batalla si valió la pena. Espero que la que estoy por emprender también.