La mujer que amo
es aquella que me sonríe
y que me espera, cada día,
con sus recuerdos abiertos.
Es aquella que me sabe su dueño
y que entre sus pensamientos
y deseos me revive
y me sueña, aun en mi ausencia.

La mujer que amo es una rosa
llena de rocío y de primavera.
Es un aro de luna que me sostiene
entre el cielo y sus pechos.
Es un mar a veces furioso, a veces sereno
que me absorbe entre crepúsculos y atardeceres.

La mujer que yo amo
es aquella que intenta reventar mis huesos,
mis venas, mi corazón, mi alma
entre su piel y mis besos.






De Renjo