El viento trae tu aliento a veces.
Construyo tu recuerdo a base de anhelos y sutiles promesas;
prófugas palabras erigidas como sagrados templos de ideas lanzadas al aire,
de sonrisas que prenden el alma en la vacuidad de las horas marchitas del alba,
de desvelos y ensoñaciones,
de la frustrante batalla contra la monotonía
y mediocridad del día a día...

...del desesperado intento de arrancar de la piel propia
un pedazo de sol, apenas una chispa,
minúsculo injerto en el cuerpo de belleza y magia
que redime a un corazón que es puro músculo e hipocresía,
febril latido de voluntad y deseo
estigmatizados de actos y estilos contrarios a la naturaleza
y la forma de esta mente tan mía
(a veces),
que navega resignada
por el abismo infinito de lo que está estipulado,
de lo que tiene que ser,
de la cobardía y la rabia contenida del ganado.