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		| HALLAZGO.  CUENTO POLICIAL
 El propietario  y  gerente de la empresa “TEXTILES NACIONALES.S.A) se levantó  a averiguar personalmente  quien daba esos fuertes golpes en la puerta del salón de reuniones.
 Su esposa siempre cariñosa y  moderada  lo golpeó en el tórax con el celular, mientras goterones de lágrimas   caían de sus siempre serenos ojos de avellana.
 -¿Por    qué  tienes el celular apagado?  Le preguntó histérica.
 El listo portero, al escuchar tocesitas, cerró  el salón y se fue al fondo del pasillo.
 El señor gerente  ya con la seguridad de no ser escuchado le preguntó:
 -¿Cómo te atreves a interrumpir mi reunión, te volviste loca?
 Ella le hizo escuchar el mensaje. El padre se puso lívido, abrazó con fuerza a su mujer, mas bien para no caer ahí mismo.
 
 
 
 -¡ Déjenlo pasar!   Se escuchó desde el despacho del prefecto.
 - ¿Qué me traes ahora, Toñito?
 El mendigo dejó su bolsa de trastos en el piso, revolvió su interior y luego colocó un bolso de computador personal sobre el escritorio.
 El  policía  lo deslizó por el detector de metales, al no dar señales lo palpó con cautela, al abrirlo se encontró con varias filas de paquetes de billetes de  veinte mil pesos    cuidadosamente  sujetos por dos  bandas elásticas colocadas en cruz.
 Al vaciarlo contó en  voz alta :
 -Tres millones de pesos. Veamos lo que dice el mensaje:
 (Este estaba escrito en una hoja de memoramdum membretaeada con el logotipo:
 TEXTILES NACIONALES.S.A)
 -	“Yo cumplí con mi parte.
 -	No avisé a la policia….
 -	Ustedes  no  toquen a mi hijo.
 -    Lo quiero vivo en el lugar convenido”
 
 El prefecto pulsó  el timbre y de inmediato cuatro  detectives  irrupieron al despacho.
 
 
 Mientras Toñito en  calzoncillos y sus agujereadas zapatillas degustababa  un emparedado y una bebida mirando  television  en la prefectura, otro Toñto volvió el bolso con los tres millones al contenedor de basura,tres  acusiosos jardineros retocaban el lugar   y  comenzaron alejarse lentamente  cuando se acercó el repartidor  de pizzas sin logo.
 Toñito  sentado al pie de su árbol con la desteñida visera cubriédole los ojos, simuló dormir.
 
 El supuesto repartidor  con el bolso  colgado de su hombro  y la pizza hecha añicos en el suelo intentó escapar.
 Al verse rodeado por el clon  de Toñito y los tres jardineros  se dejó caer.
 
 
 A don Gabriel le extrañó que le pidieran presentarse en la prefectura, si ya tenía a su hijo sano y salvo en casa.
 Al  reconocer la cara del falso repartidor de pizzas, comprendió de inmediato.
 
 -Lo siento don Gabriel, mi padre  así quiso vengarse porque  usted le ganó la propuesta.
 
 
 
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Texto agregado el 18-05-2012, y leído por 196 
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					| ![]() | 13-06-2012 | ![]() | bueno la verdad es que parece más un puzzle que una historia. Egon | ![]() |  | ![]() |  | ![]() |  | ![]() |  
					| ![]() | 19-05-2012 | ![]() | Vaya manera de vengarse, ¿no?, me costó la lectura, tuve qué repasarlo varias veces y noestoy seguro de si lo entendí bien... ********** jagomez | ![]() |  | ![]() |  | ![]() |  |  | ![]() |  |  |  | ![]() |  | ![]() |  |  |  
   
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