Habían llegado de un baile con sus amigos, Ariel fue a dejar a Pablo a la puerta de su casa, quedan de acuerdo para ir al cine el Domingo por la tarde y se despiden. Pablo entra a su casa, se desviste y se acuesta pensando en lo maravilloso que lo pasó, Ariel llega a la esquina a esperar la micro, en ese instante divisó que se acercaban dos sujetos vestidos de negro , desde ese momento no supo nada más.

Cuando recobró la conciencia, Pablo tomaba su mano izquierda y María, su madre, la derecha. Los hematomas y la inflamación tenían desfigurado su rostro, y su familia esperaba impaciente los resultados de los exámenes neurológicos para conocer las posibles secuelas.

Ariel, en su estado de subconsciencia, pudo escuchar las noticias del televisor de la clínica que señalaban lo siguiente:

Detenidos quedaron Franco Huentelaf y Víctor González, mostrando una foto de cada uno de ellos, en la que se evidenciaba su piel morena. El noticiero comunicaba que estos jóvenes pertenecían a un grupo de ideología nazi, los cuales habían golpeado drásticamente a un muchacho gay el viernes por la madrugada.

Pablo Olivares se siente morir y espera impaciente la evolución de su pareja, Ariel Branderburg.