| Mujer leña
 Me regalaron flores en manojos de puños,
 ramilletes sembrados en mi cuerpo,
 lilas, violetas, crisantemos, claveles reventones,
 púrpura de dolor, de llanto
 con olor a espanto.
 
 Me marchitaron con besos amargos,
 con hechos de canalla,
 flor de juventud, moribunda.
 
 Mujer leña soy, tronco para arder
 en una mirada encontrada
 en una palabra dulce,
 secándome a la intemperie,
 pues así es la soledad que me llena,
 y el fuego que me arde,
 así, el verso que me falta
 así, las ganas de arroparme con carne,
 así, el hambre de mis ingles
 así, mi vacío de hembra.
 
 Con tantas caricias que dar
 guardadas en las alforjas del tiempo
 tantas, que me sobran dentro.
 
 Con el dedo anular tatuado
 en sombra inmaculada, blancura libertad
 altar liberado,
 buscando futuro,
 que no es un tiempo que ha de venir,
 es el lecho donde yaceremos,
 encontraré unos ojos que respondan,
 unos brazos maroma,
 de un Sol próximo, que me dé, noches largas,
 que me libere de la soledad del solsticio,
 me ate a su cuerpo de mármol,
 me adore como Mujer Capital,
 me ame como no nunca me amaron.
 
 Sin perder la esperanza. Nunca.
 Dispuesta a arder,
 ofrecer una buena hoguera, de mujer encendida
 hasta consumirme en sus brazos.
 
 
 © Todos los derechos reservados
 Antonio © M.  ( T i T o. M.)
 31/Mayo/2012
 Nómada
 
 
 
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