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LA INVITACIÓN

— Y ; ¿ Esto ?
— Te lo envía el pastor
Un sobre cuadrado y, en su interior, una tarjeta impresa con cursivas letras doradas fue lo que me entrego Gustavo. Mientras esperaba que yo acabara de leer me observaba con esa mirada inocente, escondida en su regordeta cara, mientras su pequeña boca esbozaba una picara sonrisa .
— ¿ Que te parece ? — Pregunto cuando termine de leer y guarde la tarjeta dentro del sobre.
— ¡ Vere — Fue mi contesta ; continuando el camino hacia mi casa. Ya el sol se ocultaba tras el lomerío y no quería bañarme tan tarde pues el agua cada vez se hace mas fría .
Al otro día, cuando se lo dije a Mercedes, su cara se le ilumino y no encontraba los medios para decirme lo contenta que estaba, pues ella pensaba que el viaje me vendría muy bien para levantar mis ánimos después de lo del niño.
— José María tu debes ir— me dijo— te hará bien el conocer la ciudad allí se reunirán los mejores pastores ; esos que imponen sus manos y hacen milagros, podrás oír los testimonios de personas que han recuperado la salud, a otros que han dejado de usar drogas y muchos que han caminado después de años sin poder moverse...
— ¡Tu sabes que yo no creo en nada de eso — Le interrumpí .
— Antes creías — me contesto con lastimera voz.
Si yo también creía, a pesar del maltrato que me dio mi padre,obligandome a trabajar la tierra sin dejarme que fuera a la escuela ¿Y mi madre; no prefirió quedarse con los hijos de su otro marido sin preocuparse nunca por mi? Aquí todo el mundo conoce esa historia, por eso nadie me dice nada cuando la ven con su gran canasta a la cabeza vendiendo los quesillos por todo el pueblo y a mi casa no va ni a pedir agua . Yo nunca se lo he prohibido pero algo de conciencia ha de tener la señora . El pastor me habla de perdón y de que si nuestro señor ofreció la otra mejilla pero yo siempre me he preguntado ¿ y si le hubieran dado de nuevo? ¿ Acaso tengo yo que ofrecerle otro hijo mio a la muerte?
— Bueno; ¡ lo pensare — dije cuando vi la cara de tristesa que tenia mi mujer .
— Seguro José María, ademas conoceras la capital ¿ No te gustaría ? — La manera en el decir y como busco mi mirada con sus inquietos ojos casi me rogaba el que fuera, creo que ella sabia que la capital y todos sus encantos ya para mi no significaban nada pero insistía, tenia la convicción de que en ese congreso de iglesias yo recuperaría las ganas de vivir, perdida después del accidente de nuestro pequeño hijo. Ella era mucho mas fuerte que yo y quisas por el deber para con sus otros hijos y esa indomable fe que le tenia a la vida se recupero rápido de la tragedia sirviendome de apoyo cuando mi voluntad fallaba, alimentando mis esperanzas aguijoneando con fuerza mi espíritu .

El pequeño autobús, alquilado por el pastor, me recogió frente a mi casa, los vecinos me despedían como si yo fuera en viaje a la luna , Mercedes tenia los ojos rojos de llorar y los niños se sujetaban a mis pantalones con sus lagrimosos ojos y sus narices llenasde moco, extrañados por la inusual despedida . Solo faltaba el que la banda municipal viniera a tocar frente a mi casa con despliegues de banderas y el cantar del himno nacional.
— ¡ Acabe de montar José María.. — Me grito el chofer . El pastor me ayudo, con mi pequeña maleta de cartón sujeta por una amarillenta cuerda., a subir al autobús.

Quisas en otros tiempos y en otras circunstancias a la capital la hubiera visto de otra manera pero en mi estado la veía como una gran cárcel de concreto cristal y mentiras y si mi Dios hizo el campo fueron los hombres quienes construyeron las ciudades. Mucho ruido,muchas gentes yendo y viniendo como muñecos sin alma, con rostros sin expresión ,sin saludos y sin nombres.
Automóviles llenando el aire de oscuro humo, luces, sirenas ensordecedoras , pregones ,carre-
tillas con frutas prisioneras del tiempo , flores sin humedad , polvo lacerante...gritos obscenos, prostitutas y mendigos,comicos callejeros,carteristas, colillas de cigarros,cestos atisbados de basura, almacenes, tiendas de lujo, vendedores ambulantes de lotería , carteles con anuncios de lencería, de licores ,paredes pintarrajeadas con consignas políticas, huellas de sabotajes y atentados, bares...iglesias. ¡ Muchas iglesias Con campanas ,con cruces,sin campanas,con santos ,sin santos, con Papas, con versículos, con salvadores,altas,humildes,soberbias,lujosas ,grandes, pequeñas con Dios, por dinero, de verdad , de mentira, con dioses, sin Dios .

Llegamos al atardecer al terreno donde se había levantado la gran carpa, de gruesa lona, de esas que se usan en los circos ambulantes. Cantidades incontables de creyentes personas pululaban alrededor,entrando y saliendo del interior del inmenso salón donde ,en su centro habían construido una adornada plataforma de dos metros de altura donde habían colocado un piano de cola Kohler & Campbell de color blanco, grandes maceteros de barro rojo con frondosas y bien cuidadas arecas ,flores de muchos colores y tamaños y algunas sillas de metal de esas que se cierran y abren a voluntad.
Hombres vestidos de impecables trajes oscuros ,con sus corbatas modernamente anudadas, bien rasurado , con el cabello con cortes de “estilo”y manos adornadas con anillos de piedras brillantes y relojes caros, repartían pequeños librillos y, en el momento de la entrega, te tomaban tus datos y tu dirección por una pequeña planilla adosada a los libritos de versículos escogidos del nuevo testamento. Mas tarde,por correo, te pedirían una donación.....
Bienvenido hermano,gracias hermano,bendecido hermano. Aleluya...Amen ; fueron la palabras que mas se escuchaban dentro de la multitud de creyentes reunidos bajo aquella sofocante y gigante carpa. Y yo preguntandome ¿ Que hago Aquí Dios mio...? ¿ Acaso me trajiste para que alimente mi fe ? ¿ Como..?
Una joven de apariencia campesina empujaba una silla de ruedas donde un niño ¡ de la edad de mi hijo desaparecido. Con sus tullidas piernecitas y sus labios entreabiertos dormitaba ajeno al lugar y el tiempo donde se encontraba. ¡ Dios.. Me dije ¿ Sera esta la prueba de tu existencia, la que me quieres mostrar..? Me coloque detrás de ella, en la fila que se había formado para subir a la adornada plataforma, donde los agraciados pastores imponían sus manos en nombre de Dios y los enfermos recuperaban la salud, los mudos hablaban y los cojos y tullidos volvían a caminar sobre sus saneadas extremidades y los que con la fe perdida, como yo, la encontraban para su tranquilidad y paz.
Una vieja señora fue “tocada” en su frente, por uno de estos pastores, y tambaleandose se dejo caer hacia atrás mientras otros hombres de trajes oscuros le impedían caer sujetandole por los sobacos . Sentada en el suelo y recuperada de un extraño sueño , los mismos hombres de trajes oscuros,bien rasurado, peinados y con sus caros y dorados relojes le ayudaban a levantarse. Ella miraba al pastor,que reía, observaba a la concurrencia,soltaba el bastón que traía y dando lentos e inseguros pasos caminaba hacia el pastor al tiempo que el Kohller & Campbell confundía sus altos y vibrantes tonos con el escandalo de la multitud que aclamaba al pastor....y a Dios . ¡ Aleluya... ¡ Bendito... Gritaban.
No calculo cuantas personas estaban delante de nosotros,solo se que me canse de oír testimonios y de ver a cojos caminando , dolores desaparecidos , ciegos recuperando la visión... Ansioso esperaba el turno del tullidito, El no seria un bufón mas de Dios, su inocencia impediría un fraude, su inteligencia no le decía donde estaba ni lo que tenia que hacer. Dios me hablaría a través de El , sabia que el pastor era solo uno de los caminos de Dios para llegar al hombre .

El autobús se detuvo en el parque, nadie nos esperaba, cada uno nos dirigimos a nuestras viviendas, despidiendonos con un fuerte y cariñoso apretón de manos .
En la puerta me esperaba Mercedes que ansiosa se adelanto para besarme.
— ¿ Y, que, como fue..? — por la ansiedad del tono de sus palabras comprendí su preocupación
— Nada todo de maravilla, la ciudad como me la imaginaba y el congreso me ha dado nuevas fuerzas para continuar con nuestra vida.
— ¡ Gracias a Dios.. — Sentí como que se le quitaba un peso muy grande de encima .
— ¡ Si Gracias a Dios – Dije con un convencimiento y una gran paz conmigo mismo , Dios no fue el culpable de la muerte de mi hijo, porque mi Dios no tiene Papa,ni Roma ,ni cruz, ni iglesia . Al tullidito no le dejaron subir a la plataforma a pesar del gran alboroto que forme. Los de trajes oscuros, rasurado y bien peinados, con sus manos adornadas de anillos y relojes caros, me sacaron afuera a empujones.






Texto agregado el 02-06-2012, y leído por 125 visitantes. (0 votos)


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