De noche una figura se acercaba a mi puerta,
Tenía la forma de los horrorosos monstros de mi niñez,
Tomábamos el té y reíamos sobre la vida,
Luego se marcho con su risa macabra
Seguí tejiendo con mi dedal…

Tomo mi mano y bailamos un vals,
Lo empujé por las escaleras y lo maté
El me sonrió y espero que yo lo hiciera también.
Se acerco y me tomo por la espalda
Bailamos una vez mas... pero un tango sin césar,
Con mis pies cansados me arrebaté
Sobre él, una rosa y un beso deje

Al otro día recibí su carta de despedida
Una canción irónica sobre muerte y desolación,
Rompí en llanto,
Pronto recordé los días que lo abrasé
Esos días donde sangre corría por sus venas
Y ahora solo por las noches
Nuestra típica reunión de necroamantes
Podemos agendar...