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PUEDE SUCEDER... VIDA, AMOR Y MUERTE.

Camino por una calles tan diferentes a las que camino a diario. Miro de un lado a otro y son como largas avenidas... casas de cemento, de madera, de piedra parece que emergen desde bajo tierra... todas muy bién alineadas, luego edificios más altos parecen algunos estar desocupados. Sé que este lugar antes lo he visitado, sola y acompañada, y recuerdo que siempre me ha gustado. El sol de primavera me acaricia y deja ver con claridad cada espacio, cada lugar.

Y camino y miro... Estas casas, en algunos casos parece que sus dueños se han esmerado por mantener en buen estado, todo bien pintado. En otros casos, se ven totalmente olvidados... Y me encanta pasear en este lugar. Levanto la mirada al cielo y encuentro tanto sosiego, tanta paz... las nubes parecen danzar y el sol brilla cubriendo cada lugar. Una suave brisa se pasea y yo respiro profundo, mientras gorriones juguetean alegres de un lado a otro sintiéndose los dueños de cada espacio.

Unos pasos más allá encuentro a dos varones, quienes con uniforme de trabajo pasan por mi lado sin responder mi saludo y... bueno, se ve que van muy preocupados en su conversación.

Grandes Palmeras, Pinos, Notros Camelias y enredaderas ocupan los espacios, asientos de plazoletas, y lindas piletas.

Leo en las murallas de cada casa y algunas tienen la fecha de ¿construcción…? y con sólo verlas, me doy cuenta que algunas tienen una cantidad de años... 1860, 1897, 1927..., y me encanta ver como en sus rejas de fierro forjado, los dueños se esmeraron en realizar un diseño que por los tiempos fielmente ha perdurado, y ya sus chapas en mal estado han dado paso a hermoso candados de esos de llaves antiguas, de un pasado quizá hoy día por algunos añorado.

Otros, en sus ventanas lucen hermoso vitrales que dejan entrar la luz adornando y mostrando en el interior un espacio que parece cobrar vida con su color. Floreros hermosamente arreglados y en pequeñas mesas la fotografía de alguno de los dueños de casa...

Definitivamente, este lugar me agrada. Si me encontrara frente a frente con alguno de sus residentes, estoy segura que tienen tanta historia, vivencias que contar. Tienen la dicha de haber vivido en tiempos antiguos y poder sin problema recordar y conversar, Y a decir verdad me siento preparada para estar aquí, es más si me invitaran en este momento a quedar, creo que sin temor, sin dudas, sin mirar atrás diría... ¡Bién aquí estoy! Y esperaría ansiosa para ver quien sería mi guía.

De pronto, tras una de esas casas, veo un pequeño grupo de personas que, en silencio parecen meditar. Me acerco y voy reconociendo a cada uno de ellos... ¡Mi padre, mi madre y mis dos hermanos! Pero... ¿están llorando?, me acerco sigilosamente y mi hermana con voz entrecortada dice :

" No debiste hacerlo... ¿porqué?"

Mientras mi hermano acaricia la cabeza de mi madre quien parece tener la vista fija en un gran lecho de flores...

"¡Esas flores me encantan!" Pienso en el momento que inclino mi cabeza y leo en una hermosa cruz de madera :

"Romina Casablanca Scherinngger, Marzo 16 -2012"

¿Romina Cas...ablanca? ¡pero si es mi nombre! ¡¿Qué sucede?! ¡papá, mamá...!

Pero ellos parecen no escuchar y comienzo a desesperarme y toco mi cuerpo y sólo en ése momento me doy cuenta de los cortes profundos en mis muñecas, no había sentido ningún dolor...

¡Dios mío, qué pasa, qué he hecho...!
Y caigo de rodillas sobre las flores y mi cabeza da vueltas...

¡Este es el cementerio... el ce...men...terio...!
y recuerdo...

Hace dos días atrás, por la tarde, mientras mi madre fue al centro de la ciudad y mi padre y mi hermana fueron a una reunión, me encerré en mi habitación, me miré al espejo, mi rostro ha perdido el color, mis ojos tienen una mirada de eterna tristeza y casi sin darme cuenta corrieron lágrimas por mis mejillas y un llanto ahogado en ese cuarto cubrió cada espacio.

En mis manos tenía un afilado bisturí que conseguí por ahí...

Caminé hacia mi cama y tendiéndome en ella... fue primero como un fuerte rasguño, mi carne ardió y un torrente de sangre brotó de mi muñeca izquierda, luego con fuerza, fue la derecha y sentí ese líquido correr por mis manos… caliente...

Me quedé quieta sobre la cama dejando caer ambas manos al costado de la colcha. Y como una escena virtual mi vida dejé pasar mirando la muralla cual gran pantalla se encendía frente a mí. Mi niñez tierna, querida y compartida con mis hermanos. Tardes de río en verano y deliciosos küchenes en inverno, en esos días en que el viento soplaba con fuerza sacudiendo las ramas de los árboles en la plaza frente a mi casa dejando caer más de una rama...

Mi adolescencia , dificil de llevar, pocos amigos y del colegio al hogar, pero bueno, eso ayudaba a tener los primeros lugares al estudiar tanto en básica como en secundaria, además participé en un par de festivales en donde obtuve los primeros lugares...

¡Vaya, éso si que me gustaba! ¡Cómo lo disfrutaba!

Cuando fuera de casa debí salir para continuar mis estudios, mi destino fue Temuco y luego Santiago, la gran capital, en donde de igual manera que con anterioridad, sin amigos, sin salidas, la vida transcurrió sin variar. Sólo la asistencia a la iglesia que desde pequeña junto a mi familia cada domingo felices nos congregábamos.

Allí creo que es donde realmente me sentía plena, haciendo clases a niños de diversas edades, exhortando y cantando, formando parte del coro... ¡Una de las cosas que más me gusta es cantar!, tengo voz potente y muy bien afinada, así que cada vez que podía en números participaba en reuniones especiales.

Soy creyente, creo en un Dios de amor y perdón y es por eso que en medio de esto le pido perdone esta mi acción pero no he pensado en mí sino más bien en mi familia, no quiero darles sufrimiento, sufrimiento que sume atenciones y gastos, es un gesto de amor ¡por favor entiendan, es por amor!

Y ahora, aquí tendida y sintiendo un frío que comienza a apoderarse poco a poco de mí, miro hacia la mesita de apoyo a un costado, sobre ella un sobre anaranjado, con timbre de laboratorio, en su interior, los resultados de los últimos exámenes realizados después de haber sentido molestias en mi organismo.

Ayer el médico especialista me dio la noticia. "Lamento comunicarle que la metástasis ya es progresiva e invasiba ..."

Mientras yo lo miraba en silencio, él continúo diciendo :

" No podemos hacer nada Romina, lo siento. Dos meses de vida es lo que puedo asegurar".

"Doctor", dije con voz pausada,"¿Sentiré dolor?"

Y él acercándose a mí, tomando mis manos, dijo :

"Mira Romina, voy a ser muy honesto, en pocos días comenzarás a sentir fuertes dolores que tendrás que soportar, por lo menos los primeros días, para más tarde entonces poder inyectar lo necesario para poder cualquier dolor apasiguar".

Y fue ahí donde decidí hacer lo que en estos momentos ya no tiene vuelta atrás, no quiero que mi familia sufra y se desgaste física y económicamente conmigo si he de partir igual.

Y un hielo me cubre ahora de pies a cabeza y mis brazos no los siento y un sueño que nunca antes sentí comienza a apoderarse de mí... y es una sensación exquisita... Siento un vacío y una paz plena.

¿Cobarde, valiente? Ya nada importa, el viaje ha comenzado y tengo la plena seguridad de no haberme equivocado y que me espera un mundo nuevo, sin penas, sin dolor, sin enfermedad.

¿Y el dolor de mi familia? Confío en que me entenderán, sólo cambié mi boleto para unas semanas antes, de igual manera mi viaje ya el destino lo tenía decidido y mi camino se abre ahora en otra dimensión en donde los esperaré cuando tengan que tomar la misma ruta, además con gusto yo los guiaré en aquél lugar, en el nuevo Hogar.

Y casi sin darme cuenta me dormí... Y he despertado hace sólo un rato y me he encontrado caminando en este lugar en donde no siento dolor, angustia ni temor.

Mis padres comienzan a alejarse mientras mis hermanos depositan una última flor y como algo especial, al hacerlo, sin darse cuenta, me rodean uno a cada lado, y quiero abrazarlos y quiero besarlos pero no me sienten, no me ven... sólo sobre mi mano izquierda siento el roce de un hermoso botón de rosa de esas que a mí me gustan, de tallo largo y roja.

Y sobre mi mano derecha siento algo que cae, y es una lágrima que rodó por el rostro de mi hermana... nada más puedo sentir, nada pueden ellos sentir u oir.

Y mientras ellos se alejan veo por la calle venir una señora sonriendo, siento el sol en mi rostro y el aroma de las flores parece que se ha intensificado, gorriones y picaflores a las flores se han acercado y parece que están felices pues sobre ellas revolotean y los picaflores las picotean.

Me pongo de pie y la señora viene directo a mí...
"Bienvenida Romina ¿te acuerdas de mí?" Me dice con una voz tan dulce que no me parece desconocida, pero dónde...

La miro nuevamente y mis ojos comienzan a brillar, mi corazón se agita y nuevamente lágrimas brotan sin cesar, mis brazos se extienden hacia ella en respuesta a los de ella que, desde que llegó hasta mí los ha extendido en señal de abrazo.

¡Por Dios, si es mi abuela! ¡Es mi abuela...!

Y me fundo en un abrazo, me cobijo en su pecho y no puedo dejar de llorar, percibo su aroma que de niña me encantaba, a rosas... a vainilla... no lo sé, sólo sé que quiero quedarme por mucho tiempo así cobijada en su pecho mientras ella acaricia mi cabello, luego toma mis manos y besa mis muñecas de manera tierna … y en el momento, las heridas desaparecen, y no hay dolor, no siento frío, miedo ni rencor... todo ahora es una inmensa paz interior.

Caminamos juntas por la calle, y me dice :

" Bienvenida Romina Casablanca Scherinngger, me dijeron que sabes cantar... te unirás hoy entonces al coro celestial...".

Y siento y comprendo que en este momento se inicia mi nueva vida, renovada, iluminada, sanada…

Texto agregado el 05-07-2012, y leído por 307 visitantes. (6 votos)


Lectores Opinan
13-07-2012 Un texto que es un plato gourmet de emociones, bien condimentado y sazonado con experticia y buen gusto. ZEPOL
10-07-2012 Muy interesante y bonito cuento. Me gustaría alguna vez leer la continuación. Es tan esperanzador... Ojalá la Nueva Vida sea como la pintas. Acerca del suicidio, que hablan más arriba, es cierto, las crencias afirman que es malo, pero también existe la posibilidad del arrepentimiento, y la del Amor, como es el caso de este cuento. Un cuento para meditar acerca de la Vida. Un cuento para quedarse pensando. IGnus
10-07-2012 Un cuento triste pero esperanzador, muy bien relatado.***** silvimar-
06-07-2012 Un cuento que me llena de emociones. Muy emotivo y por eso mis sureñas estrellas ******* cabanga
06-07-2012 Sólo puedo decirte que en este momento me invaden calofríos. Es al pensar en esa unión con tu abuela,esos brazos cobijándote y ese aroma... Tu texto me parece perfecto,quizás para muchos el suicidio es malo,de hecho lo es,pero en este caso,te adelantaste al dolor,al sufrimiento y ya dudo... Un abrazo amiga,un abrazo fuerte y gracias por compartir esta historia****** Victoria 6236013
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