manuel se levanto ya cuando el sol estaba bastante alto y se había metido a la habitación por la venta que manuel había dejado abierta, por la noche a pesar de eso, no era tan tarde apenas habían dando las 10, tenia la cara sudada, el cabello revuelto, la boca seca, se quedo mirando aun acostado, el techo de la habitación, y solo esbozo una sonrisa, pretendía quedarse acostado e intentar volver a dormir cuando comenzó a escuchar ruidos, cuchicheos, risas, ires y venires, que venían de abajo precisamente de la cocina,o de algun lugar de la casa, lo que mas le extraño a manuel fue el ruido que podria hacer barbara solamente con el par de sirvientes que habia acabado de conocer, al que llegaba hasta a su cuarto,sin sospechar siquiera que la casa de barbara donde habia pasado la noche, estaba habitada por una cantidad de personajes, mas que las dos criadas casi mecanizadas, que andaban siempre juntas.
y lo que tampoco sospechaba, fue la sorpresa que se llevaria al ver el comedor , y lo largo que era lo cual no habia advertido, y lo peor, era verlo lleno , bueno, casi lleno, por que la silla principal colocada en el extremo de la mesa, vacia, manuel sabia que el puesto era de barbara, era la hora del desayuno bastante tarde a su parecer, y tambien a su parecer, parecia que en esa casa incluido el, nadie tenia nada importante que hacer, sin que nadie advirtiera su presencia en la orilla de la escalera, se volvio y regreso a su habitacion, hasta que reconocio una voz que lo hizo detenerse con un pie en el escalon, el otro pie en el escalon de arriba y la mano sobre el pasamanos con los ojos mirandose los pasos.