Sujeto oscuro
Oculta su cara
Susurra sus nombres
Masculla palabras
Entrecorta sus manos atrás de sus sombras

Bajo esa mascara
Hay un monstruo 
Que atemoriza a las personas
rechina los dientes
Y ahuyenta las luces

Bajo esa otra piel
Hay otro monstruo 
Que espanta sonrisas
Destruye sueños e ideales
Y destroza palabras de amor y buenos sentimientos

Aun, hay otra mascara
Bajo ese oscuro perfil
Hay otro monstruo
Que destruye inocencias
Altera emociones y perturba las vidas

Tiene otra piel acorazada este hombre
Hay otro monstruo
Que atormenta conciencias
Enajena venganzas
Debilita corazones luchadores
Y aniquila esperanzas

 Allí, justo debajo,
Hay otro ser monstruoso
Que oscurece los días 
Y contamina las almas

Se desprende de ese disfraz de persona 
Y hay otro monstruo,
Bajo ese otro antifaz
Hay un ser aun mas nefasto
Que corroe los colores y las ilusiones

Bajo todos esos escombros humanos
Bajo todas esas mascaras
Hay otro ser abominable
Que supura rencores
Y entristece a las flores
Apenumbra los rostros de todo aquel que se acerca

Debajo de tanto vejamen de hombre
De vidas cruzadas
De horrores y lamentos
De oscuridades inconscientes y eternas
Hay un pequeño niño
Con brillo en sus ojos
Y gusto en su tacto
Con un olfato que aun percibe el nocturno olor de los jades azules
Que se enternece con el aleteo de las mariposas al alba
Que se regocija con el oleaje del tibio mar vespertino
Que se tira en la tierra a viajar por mundos desconocidos de una noche de estrellas
Que cree que su perro gris y pequeño, así este ausente sigue siendo su fiel compañero, así no lo haya amado siempre, así no lo haya extrañado nunca, 
Que cree que el amor así haya muerto persiste por siempre
Que no sabe que las personas que ama desaparecen y dejan huella en la vida
Que cree que las promesas y el amor son ingredientes eternos
Que se zambulle entre las nubes en todos sus sueños
Que no entiende del lenguaje complejo de los hombres adultos
Que sopla las velas pidiendo siempre deseos
Que recorta papeles construyendo mundos nuevos
Que imagina un velero azul para surcar un horizonte incompleto 
Que saborea los dulces y a la vez una sinfonía de versos
Que cree que una mariposa es la señal de su amor eterno
Que encuentra en las montañas el rumbo a sus cielos 
Que mira por la ventana como la noche se hace momento
Que lee la poesía y escucha a los poetas y cree que todo es cierto
Que sigue al colibrí y a su presuroso aleteo
Que se emocionaba al ver el relámpago en noche de lluvia y de truenos
En compañía de sus padres bajo un diluvio de rayos y estruendos 
Momento en el que creía que nada nunca podía tener final y comienzo