Alguien me pregunto: “¿escribiste algo para mi?” Respondí: “No”…
Y es que tan sólo no puedo fingir, no puedo escribir algo que no siento. Para mi no existen las palabras vacías, en mi mundo abunda lo honesto y natural, la belleza que tiene lo incierto de lo real. Es fácil hablar por hablar, simplemente decir, pero mas fácil y simple es expresar con sentido, demostrar con un mínimo gesto o acción y tiempo al tiempo. Hay que saber eskuchar, hay que saber observar. Cuando mi corazón perciba una sensación que luego la administre mi cerebro y si esa sensación, es suficiente… Voy a escribir algo sobre ese alguien, mientras tanto sigo relatando lo que surja de mis neuronas atrofiadas con capacidad de tener capacidades, algunas buenas y otras no tanto, neuronas que definen, neuronas que analizan, neuronas que kizas quieren… En fin, neuronas…