Y NO EL SUICIDIO POSTERGADO COMO MARCO VITAL INDIVIDUAL:

Como aquel musico de jazz del cuento que blandia su musica como una espada con la que penetrar y desgarrar la realidad circundante, que siendo realidad constituia la pared de nuestra celda que hay demoler, o por lo menos intentarlo.

Y al final, a la medida que la historia la va entregando el narrador, nos volvemos todos-el personaje, autor y nosotros, los lectores-ese “perseguidor” negro que forceja con lo aparente de su sino y que vive, por tanto, para saber y alcanzar otra realidad y orden, como si lo siniteramos ya con la yema de nuestros dedos en el acto final y definitivo de apesarla:

http://www.youtube.com/watch?v=cJQwnAhXnBk

_____
SK