Doña Josefa vive en un pueblecito cordillerano del centro de Colombia. La cordillera está junto a la selva del Chocó. Miles y miles de kilómetros de selva tupida en donde abundan fieras carnívoras de toda especie que son el azote para perros, gatos y aves de corral de Balboa. Precisamente de eso vive Josefa. Su padre le dio una oración para conjurar a los animales domésticos y ellos quedan protegidos contra tigrillos, Ulamas, zorros, zarigüeyas, etc.. Hoy ha bajado Genobeba y le trae 12 gallinas para que se las rece y dos más como pago. Josefina también reza cultivos de maíz para que las loras y chamones no se coman las mazorcas. Es tal la efectividad de Josefa que todos los campesinos acuden a ella. De eso vive. En su vida cotidiana madruga a misa y luego del desayuno despacha por lo menos treinta campesinos diarios que vienen a lo mismo.
Se cuenta Josefina rezó a unas gallinas para que el Ulama que es como un zorro de cola larga y esponjosa que se cree que la ciencia no lo ha clasificado todavía par que no se las comiera aunque podía comerse los huevos. Varias personas vieron al Ulama levantar a las gallinas del nido sólo para comer huevos.