Dos estrellas en el cielo
van conversando de amores,
una haba de los celos
que seinten las mujeres.

No vala la pena llorar
por el amor que se ha ido,
en la vida hay que gozar
en las cenizas de lo perdido.

Pero solo a Dios le pido
una le dice a la otra,
que venda pronto el olvido
que el mundo es de nosotras.

Peo no olvido, mi bién qerido
lo que es una gfran verdad,
que al lado de un cariño
encontramos la felicidad.