Mi mano tiembla.
Sufriendo y sudorosa se yergue sobre la mesa pidiendo ser escuchada.
De su palma nace una boca que muchas cosas puede decir pero que ninguna es capaz de expresar, puesto que ella se rige bajo otra forma de manifestación que no todos son capaces de comprender.
Tras tarde enteras de exasperación voraz, por fin las cosas comienzan a tomar el buen camino, por fin hay un equilibrio entre las bases del manifiesto expresivo...Y es entonces cuando la mano, con actitud decidida, arrebata el gran lápiz del olvido de las cosas, trazando con su dura mina miles de letras, que se transforman en palabras, que se transforman en textos...Bellas historias plasmadas sobre las hojas de un veterano bloc, que ha visto pasar tras sus páginas...miles de vidas.
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