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No sé si es que he muerto y he despertado en este mundo irreal, los días son más largos y cada uno diferente al otro.
Recuerdo aquel día donde despierto sentada en un pequeño pórtico de apariencia vieja y gastada, yo vistiendo un vestido muy femenino para mi gusto, e imagen impecable...

El ambiente es hermoso, el pórtico rodeado de flores, en el fondo se escucha el sonido de agua cayendo y las aves cantando, es simplemente hermosa toda la naturaleza; pero frente a mi como a 2 metros hay una pared pintada con flores rosadas es como un golpe de realidad en la cara.
Estoy sentada y a mi derecha se encuentra otro sillón y en el medio la puerta de la casa, que por alguna razón no quiero saber lo que hay detrás de ella.
Mi calma es inmensa, pero se que pasará algo que la perturbe, mis ojos se fijan en la pared porque aún no entiendo que hace ahí, cuando desde el lado derecho de todas las flores aparece un muchacho de unos veinte y tantos que parece perdido, al verme se asombra y sonríe como dando un respiro de alivio... Se acerca al pórtico y me dice.
-Qué haces ahí sentada?-
-No tengo deseos de pararme- le dije.
-Todavía no ha pasado nada extraño?- me pregunta.
-No, solo esa pared que esta ahí en frente.-

El muchacho apuesto y con ropa elegante se acerca más, entra al pórtico y se sienta en forma de descanso y me pregunta...

-Y qué hay detrás de la puerta?-
-No lo sé, y la mayor parte de mi no quiere saberlo-
-Por qué no?, no sabes si detrás de esa puerta se encuentra lo que hará nuestro día, no te das cuenta que estamos solos aquí?-
-Acaso no es suficiente para ti toda esta tranquilidad?-
-Quiero decir, que las probabilidades de que dos personas como tú y yo se encuentren solas en este escenario son casi imposibles, y sé que detrás de esa puerta se encuentra lo que nos unirá...- al momento lo interrumpo y digo.
-Ustedes los hombres hasta en este mundo solo piensan en una sola cosa-
-Y ustedes no? cuando fue la última vez que estuviste con alguien?- me pregunta
-Fue en el mundo real, y por alguna razón no recuerdo...-
-Yo tampoco recuerdo, ya tengo en este mundo demasiado tiempo de día en día, cada día algo diferente, pero nunca ha sido como este-
-Pero que tal si este día es para respirar un poco? Es muy tranquilo por tanto parece real, si pudiera me quedaría en este día para siempre-
-Para qué?! Para a los 3 días desear no estar aquí y cansarte de ver lo mismo?
-puede que tengas razón- Le dije.
-Por cierto cuál es tu nombre?-
-Ahora te interesa mi nombre?-
-Perdona, pero es que en el mundo real nos quejábamos de la monotonía, y ahora aquí vivimos días más largos y nos quejamos de que cada día es diferente, sin amigos, ni familia, puede que tengas, pero por tan solo un día... Y es que la vida se trataba de eso, de vivir cada día a plenitud, disfrutar de los pequeños momentos de felicidad, como ahora podemos apreciar este bello escenario y esta calma porque no nos la habían permitido antes. Tenemos que conocer la oscuridad para valorar la claridad y quién sabe si pasarán meses o años sin volver a ver un dí como este.

Sus palabras fueron absorbentes y me quedé con cara perdida pensando en toda la razón que tenía.
El parece perder la mirada y mira su alrededor, todo sigue igual.
Era un poco extraño, pero me sentía bien en su compañía hace mucho que no sentía esta paz y conversaba con alguien, los días en este mundo son muy variados y raros, esta ha sido la primera vez en mucho tiempo que me siento como si no hubiera otro día mañana. Y el joven tiene razón este día debe ser aprovechado así que le dije mi nombre.

-Es Hellen... mi nombre.-
-Nikolay- me dijo él- Y por si mis ojos no te lo han dicho todavía,... eres muy hermosa

Me imagino que después de ese comentario me he sonrojado y solo dije. -Gracias-
No puedo negar que el Nikolay es un joven aparente.
-Sabías que en este mundo si deseas algo fuertemente puede que al otro día suceda?- Me dice con aire cómico.
-Te deseo mucha suerte con eso- Le dije y ambos sonreímos.

Ahora que lo pienso, hace mucho que no deseaba a alguien, Nikolay se levanta del sillón y mira hacia la pared la cual había desaparecido para mi minutos atrás, yo esperando a que vuelva a insinuarse porque ahora soy yo quién le deseo, mi única reacción fue pararme de mi sillón lentamente y cuando estaba un poco cerca, el voltea hacia mi, me mira a los ojos en silencio, me toma de la cintura y me acerca a el en un movimiento rápido, fue cuestión de segundos para que empezáramos a besarnos, solo nos besamos como por veinte minutos, se notaba nuestra sed en la manera sutil y a la vez desesperada de besarnos y veinte minutos en este mundo son más largos que lo normal.
Pronto me fue desvistiendo no fue asunto difícil despojarme de aquel vestidito.
-Entramos?- me dice mirándome a los ojos y con una cara dulce.
-No.- le dije.
Así que nos trasladamos a su sillón y fue mágico, nosotros solos en este escenario donde solo existíamos nosotros, el sonido del agua y el cantar de las aves, el aroma de las flores y el fuerte respirar de cada uno, fue el orgasmo de mi vida, ni en el mundo real había sentido tanto calor y por juzgar por su emoción, él también estaba en su gloria.
Al terminar el quiere abrazarme y le digo.
-No es necesario-
-Pero yo quiero- me dice con cara de ternura, y me hala hacia su pecho y procede a acariciar mi pelo.

Al vestirnos le digo "hazte a un lado" y ambos parados a un lado de la puerta, le abro de un estirón, y la expresión en su cara cambió entró lentamente y mirando al frente como hipnotizado, yo no quería entrar porque a juzgar por el olor, el gentío y la música, se trataba de un cuarto lleno de pecados, después que Nikolay entró cerré la puerta y al rato sonreí y comprendí que este día se trataba de complacernos. La paz y la naturaleza para mí y la puerta de pecados para él, desde un principio el quería abrirla pero lo dejé vivir un poco de mi lado de la puerta y al parecer esto no es para él.
Salí a dar unos pasos por el escenario hermoso tenía curiosidad de saber de donde salía el sonido del agua y al lado de la casa se encontraba el paisaje más bello que haya visto, esos lugares que existían en el mundo real pero nunca pude visitar.
Para mí fue algo tan hermoso que se aguaron mis ojos y en ese momento sonreí.

Detrás de mi siento alguien que se acerca y al voltear veo a Nikolay y este asombrado dice.
-wow, porqué no salimos a caminar antes? Esto es hermoso.
Luego me abraza desde atrás y me da un beso en la mejilla.
-Tienes razón, podría quedarme en este día para siempre- me dijo.
-No te gustó la ciudad del pecado?-
-No, eso me cansó en el mundo real
-
Y decidimos vivir ese día como si fuera el último, como se viven todos los días en este mundo, no sabemos lo que pasará mañana pero nos olvidamos de eso, nos bastaba nuestra compañía y seguir haciendo lo que tanto nos gustó hacer y esperamos la noche desnudos, yo encima de él viéndonos a los ojos con una ligera expresión de felicidad deseando fuertemente porque apareciéramos juntos al siguiente día.

Texto agregado el 10-01-2013, y leído por 116 visitantes. (2 votos)


Lectores Opinan
10-01-2013 real, muy real quntur
10-01-2013 Me gustó mucho,tiene mucha magia tu relato y es interesante de principio a fin. hugo_leon
 
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