| La falda de la sierra
 
 
 Después de tanto tiempo caminando
 En busca de todo lo desconocido,
 Siempre cubierto con sombrero
 De tres pedradas, el panamá
 De palma almidonada, que vino a mí
 Como si hubiese nacido junto a mis
 Cabellos.
 
 Después de mirar cada mañana
 A la sierra, que con sus vientos
 Que se pasean entre mis pensamientos,
 Y mecen mi encajado sombrero,
 Tonificando mis sensaciones
 Y deseos.
 
 El día en que las estribaciones
 De la cordillera, formada por
 Cantos rendidos, por hayas saltando
 Y rocas planas riendo.
 
 Entonces se me sobrevino,
 Sin poder descubrirme a tiempo,
 La prolongada sensación
 De que en mi panamá de palma
 Se cobijaban, sin dormir por vigilar,
 Una cantidad de imágenes y
 Molinillos, que mientras se ayudaban
 A presentarse, me contaban,
 Que en la falda de la montaña
 Todo era imposible y necesario.
 
 Y las salamanquesas transparentes
 Tomaban plácidamente el sol,
 Leyendo algún tebeo.
 
 
 Aguadulce, diciembre 2012
 José María De Benito
 |