| RELATO CORTO: EL CUADRO
 
 
 En la intimidad de mi habitación soñaba con frondosos bosques
 llenos de árboles, coníferas, y todo tipo de vegetaciòn.
 Me veía a lomos de un bello corcel desnuda con un largo cabello
 mitad blanco, mitad rojizo largo hasta los pies, que cubría.
 todo mi cuerpo como la envoltura de una hoja sobre el tallo
 de una flor, vivía en el bosque, y sufría el letargo del invierno.
 Como cualquier animal del bosque, me bañaba en los manantiales
 y corría a lomos de mi caballo, sorteando ramas y árboles.
 Cuidando que la cometa en la que se convertía mi pelo
 cuando galopaba no se enredara en las ramas y arbustos con
 los que me rozaba. Así era mi vida en el interior de aquel
 misterioso bosque en el que siempre me veía.
 Fuera la estaciónque fuera primavera, verano ò invierno.
 
 
 
 La escuadra de aquel marco de enormes proporciones, me sacó
 del papeleo atrasado que tenia encima de la mesa..
 Un operario se acercó, para decirme que no sabia como colocar
 aquel enorme cuadro, le di ordenes de como quería que lo encuadrara.
 Dentro de unos días se abriría la galería de arte, grandes artistas
 vendrían, a ver la colección de cuadros, de varios artistas.
 Entre ellos algunas de mis pinturas donde yo tenia puesta
 todas mis ilusiones,seria el arranque como artista novel.
 
 Tenia que estar todo preparado para el día en cuestión, y no
 podía quedar nada al azar, la galería debía tener un nombre
 que sonara bien algo original, entre varios nombres pensé
 en uno que me gustó mas que los demás
 El nombre de la inauguración de aquella galería  seria
 " EL PUERTO DE LOS SUEÑOS"
 Por fin llegó el día de la inauguración, todo salió bien,
 El éxito de los cuadros, y de la crítica,  fue unánime a todos
 gusto el cuadro de enormes proporciones.
 
 Lo llamé "EL LETARGO DEL INVIERNO", en el dibuje
 aquel el sueño donde me veía montada a lomos de un caballo.
 En aquel cuadro se veía a una mujer joven cabargando, por las
 tres estaciones en el verano era una dulce niña.
 En el otoño una intrépida adolescente, en el invierno, una madura amazona
 En cada estación, la naturaleza mudaba, y cambiaba como ella.
 Pero el corcel siempre era el mismo, esbelto bello, y fuerte.
 
 Después de aquel fatídico  día un caballo interior me animaba
 a seguir adelante, a seguir pintando, él era mis piernas,mi columna vertebral
 aquella que  quedó fragmentada, en aquel desafortunado accidente..
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