TU COMUNIDAD DE CUENTOS EN INTERNET
Noticias Foro Mesa Azul

Inicio / Cuenteros Locales / anarquista / HIJOS DE CRONOS

[C:519]

HIJOS DE CRONOS

Suspiro y pienso: "ya han pasado casi seis años. ¿cómo es posible?" Sostengo en la mano derecha un vaso jaibolero conteniendo vodka tonic, y en mis oídos escucho "Perfect" de los Smashing Pumpkins, cierro los ojos para dar otro trago y vuelvo a suspirar. "¿Quién lo iba a decir?", me pregunto. "Esto es el destino. Así no más." Y sonrío.

Te dejé y me alejé. Lo más que pude. No sé si huía de ti o de mí en realidad. Creí ser feliz, o al menos así lo dices ahora, y trataba de no pensar en ti, de no pensar que me quisiste a tu manera (bien que mal o mal que bien), pero hice lo que tenía que hacer, ¿no? Dejarte y alejarme. Lo siento. Me lo perdí, ¿no es así?

Dices que fue esa llamada por teléfono. Que eso detonó el explosivo. Me buscaste y me encontraste, pero fui yo quien te llamó. En fin, accediste a verme sin problema, y tuve que escribir la cita en una servilleta para no creer (por los influjos del alcohol) que había sido un sueño.

Se me salía el corazón por la boca cuando caminaba hacia el café. Creí que no llegarías, que te faltaría valor después de casi seis años (¿o era yo quien se estaba acobardando?). Pero me equivoqué. Llegué y ahí estabas, tomando vodka tonic. Sinceramente no recuerdo qué tanto hablamos ni sobre qué lo hicimos; sólo recuerdo que lloramos y que nunca nos despedimos. Pensábamos que así era mejor. En el taxi de regreso trataba de imaginar tu vida hecha con otra persona, y mi vida vacía y nueva, pero mía. Había algo que no concordaba, y no pude dormir. No dormimos, dijiste después.

Tengo que decir que no sé con qué pretexto volvimos a vernos, una y otra vez, cada quien con su vida a medio hacer y a medio vivir, hasta que un día se me ocurrió (o siempre quise) besarte, y para mi sorpresa me alejaste; sentí un frío y un dolor terribles que se desvanecieron cuando por fin me abrazaste y me besaste en la frente, diciendo que ahora no ibas a dejarme ir. Yo sentí tu abrazo y cerré los ojos disfrutando esa sensación de regresar al hogar, al inicio de todo, pero con ese trago amargo que delata la verdad de las cosas: han pasado casi seis años. No hay vuelta de hoja. Ya nada es como antes.

Sin embargo, un día conseguí besarte. Creo que eso no fue el principio, sino uno de los muchos pretextos para mirarnos a los ojos sin titubear, para después tomarnos de las manos, para decirnos que eso que sentíamos no murió sino creció, y para besarnos sin miedo, como queríamos, como tenía que ser, como siempre había sido; para saciarnos uno del otro de una forma sublime, y ya no importa si nuestras vidas anteriores se quedaron a medias: encontramos el camino a seguir.

Es lunes y ayer regresamos de un viaje. Me duele todo el cuerpo y las ojeras se marcan en mi cara más que de costumbre, pero no importa. Yo sonrío y sé que tú también. Ya no quiero contar el tiempo que ha pasado. No quiero sacar más conclusiones. Sólo sé que somos felices. Sólo tu y yo. ¿Cómo es posible? Y teníamos razón. Ya nada es como antes: es mejor.

Texto agregado el 25-09-2002, y leído por 602 visitantes. (2 votos)


Lectores Opinan
31-10-2003 me gusto aquella parte en que dices que le quieres besar y te aleja ya que dices que se te ocurrio besarlo cuando en realidad no lo era... maestrogustavo
23-12-2002 Un relato marcado por una cierta amargura, con un final transitoriamente feliz. mandrugo
25-09-2002 Yo también fuí un chiquilín, yo tambien trate de volver, yo también besé su frente, solo que ya nada es como antes, ella no quiere volver. yo tambien tomo vodka. Saludos del piratrox
 
Para escribir comentarios debes ingresar a la Comunidad: Login


[ Privacidad | Términos y Condiciones | Reglamento | Contacto | Equipo | Preguntas Frecuentes | Haz tu aporte! ]