Salto al abismo

Si saltar al abismo es un salto de fe, entonces no temeré.

¿Cuán fuerte es el dolor, que el alivio de morir llega a sanar esa pena?

Preguntas… mi amigo, preguntas.

Pero más allá de la lógica, más allá de mis oscuros pensamientos que buscan una vía de escape, está la tristeza clavando sus puñales en mí.

Cada vez que la encuentro, ella acierta en mí estocada tras estocada; me agrede, yace como manto de lágrimas aladas,
lastima y hiere.

Por eso, si saltar es volar en caída libre, si sólo es un instante…
Entonces me dejo caer.

Ya nada más queda.

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