¿Qué es lo que soy?
No soy un rey, eso está claro
Soy una persona, un humano
Que desea hacer cosas y también dejar de hacer otras
Pero que está aburrido del mundo
Lateado
De la gente
De las calles
De la vida
Y de la muerte

Soy un creyente que ya no entiende nada
Diez por ciento fe
Noventa por ciento duda
Pero creyente aún
En las buenas y en la malas
Hasta que la muerte me demuestre lo contrario
Cuando ya sea muy tarde para arrepentirse
Cuando se quemen en el infierno todos los escapularios

Váyanse al carajo, todos ustedes, hipócritas
Me estoy quemando mientras ustedes sonríen felices
Es su culpa, ser feliz es su culpa y de nadie más
Es su culpa también que nosotros estemos muriendo
Es culpa de Adán y de Eva
¿Por qué simplemente no se fueron ellos al abismo?
¿Por qué todos somos culpables de su pecado?
¿Por qué, Dios, por qué?

Pero a quién diablos le importa un alma más
¿Al Diablo acaso?
¿O al rostro dibujado de una mujer pegado en un muro de mi habitación?
A los labios de una ramera que se me ofreció hace tan sólo unas horas atrás
O a los brazos de la única mujer que podría asegurar que he amado y que no es mi madre
A quién cresta le importa de verdad
Si el mundo se cae a pedazos (África, Pakistán, Estados Unidos, Venezuela, Grecia) y nadie hace algo para mejorar
Uno más en el saco de este invierno crudo que llamamos vida y que afrontamos desnudos
Porque no soy un maldito rey,
Ni un maldito soldado
Soy una persona, un miserable ser humano
(Lo que es redundante porque miserable y humano son sinónimos)
Y basta con mirarme a los ojos para darse cuenta que soy tu reflejo,
La imagen de tu imagen,
¡Que soy el polvo de tus manos!