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Inicio / Cuenteros Locales / carampaima / mi abuelo desterro a los santos de la finca

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Mi abuelo tenía 22 hijos y era un patriarca indiscutible. Cuando él tomaba una decisión era indiscutible e inapelable. En su finca tenía una gran extensión dedicada al cultivo de café. Estaba recorriendo el cafetal y me encontré unos santos medio aporreados y cubiertos de tierra. Prendí mis alarmas y corriendo se los llevé a mi abuela que era una matrona extremadamente devota. Ella, en voz baja, me dijo que los dejara sin hacer comentarios en donde los había encontrado y enseguida vino la explicación. Sabía que mi abuela con sus hijos rezaba varias vueltas de camándula para satisfacer a una miríada de santos y a cada uno le tenía un altar y una veladora encendida. Eso fue así toda la vida.
En mis recuerdos está Santa Teresa, San Martín de Porres, San expedito, Santa Eufrasia, San Cayetano, San Judas Tadeo, Santa María, Jesucristo, San Esteban, San Cosme y Damian, San Isidro, Santa Marta, San José y creo que eran por lo menos un centenar. Mi abuelo en el mercado siempre traía las veladoras para cada santo.
La finca tenía una hipoteca con un banco agrario del estado y estaba a punto de vencerse. Mi abuelo reunió a la familia e hizo un acuerdo de pedirle a cada santo, uno por uno, plata para pagar la hipoteca. En las noches solo se le rezaba a ese santo e incluso se aumentó la dosis de oraciones. Pasaban los días y no se veía el resultado y Agustín le declaraba la inutilidad al santo y lo arrojaba por los aires al cafetal. Fue rogando a cada santo y nada de plata así que todos terminaron en el cafetal junto con las camándulas y los libritos de oraciones y el agua bendita que cargaban de la iglesia. Mi abuelo prohibió rezar, en lo sucesivo, bajo grave amenaza si alguno le desobedecía. Recogió los escapularios de cada hijo y los incineró personalmente. Así se volvió ateo.

Texto agregado el 04-05-2013, y leído por 271 visitantes. (1 voto)


Lectores Opinan
05-05-2013 perdon, quise desir a trabajar. jaeltete
05-05-2013 hubiera puesto a los 22 hijos jaeltete
04-05-2013 aunque bajara todos los santos no creo que obtuviera el dinero, buena razón para volverse ateo. carlosB
04-05-2013 Tal vez con 22 hijos, en vez de rezar hubieran sacado adelante la producción y la finca. Pero difícil en un matriarcado. Buen cuento. saludos NeweN
04-05-2013 tu abuelo era todo un caracter. elisatab
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