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BUENOS AIRES - PARÍS – PARÍS - BUENOS AIRES

BUENOS AIRES: Fue en la madrugada de un lunes. Estaba mareado, salió a caminar y a tomar un poco de aire fresco. Había bebido demasiado esa noche y no estaba acostumbrado, recién comenzaba. De regreso al cuarto de pensión, ni siquiera perdió tiempo en ubicar la llave de luz y entró en penumbras. Durmió la borrachera en el suelo, donde había quedado porque tampoco le acertó a la cama, la creyó más cerca...
Hacía seis meses que vivía allí, solo. Tenía motivos para sentirse mal; se había visto forzado a tomar bastante distancia de su hogar, Él era joven, y las desavenencias familiares se habían tornado intolerables, especialmente la convivencia con su madre.-“Está loca, cuanto más lejos, mejor”-se dijo aquel día. Para colmo de males, ahora se había quedado sin trabajo, estaba atrasado en los pagos del alquiler y temía otro desalojo en puerta. En esta estaba durando más de lo pensado ya que su vecino y amigo que le estaba pasando algunos dólares de prestado...
A la mañana alguien golpeó suavemente la puerta entreabierta y una voz de mujer con acento francés preguntó:
-“¿Monseur Simón?”
“- Y sí...sí” contestó extrañado mientras se levantaba del suelo. Ya sentado sobre la cama, intentó quitarse la resaca meneando rápido la cabeza, luego acomodándose el pelo con los dedos en peine, restregándose los ojos y acomodando mejor una voz, completó:
-“Sí, pase, por favor”.
Lentamente, tímidamente la puerta se abrió... en aquel momento dudó si había conseguido despertarse o seguía soñando: Ésa mujer frente a él, hizo que lo que estaba ocurriendo en ese momento y en ese lugar pareciera irreal, como que nada encajaba allí, Ella era alta, distinguida, educada y estaba sobriamente envuelta en un trajecito azul. Por fin, con una sonrisa dulcemente amable en sus labios muy bien pintados le habló...
- “Discúlpeme usted, yo sé que no me conoce y estará sorprendido... Soy azafata, amiga de su hermana, las dos trabajamos en la misma línea aérea. Estamos cubriendo París- Buenos Aires - Buenos Aires-París... Últimamente en forma alternada las dos, en cada viaje que hicimos estuvimos tratando de localizarlo, su padre parece que no se ocupó demasiado... Bueno, finalmente me tocó a mí encontrarlo”. Dijo a modo de presentación, luego de una pausa en un perfecto castellano continuó. –“Hay algo muy importante que usted debe saber: Su madre no está bien de salud. Desde que usted regresó a este país siguiendo a su padre después del divorcio, ella quedó casi sola y sufrió mucho su ausencia, y la enfermedad que tenía empeoró. Siempre tuvo la esperanza que usted regresara... Su hermana está siempre viajando y ella misma se ocupó de tener todo previsto para que usted pudiera viajar en el momento que fuera necesario, y cree que éste es el oportuno; Eso le haría muy bien a su mamá... Todo está listo y en orden, pasaporte, pasajes de ida y vuelta... Sólo tiene que empacar. Y no nos queda mucho tiempo... Quizás ésta sea la única oportunidad; precisamente en el vuelo a París quedó una reservación liberada. Partiríamos a las 22,43 Hs de esta misma tarde desde Ezeiza, si usted está de acuerdo, por supuesto” – “Y si,… no me queda otra” Aceptó como resignado. . –“Entonces, no se demore y lleve ropa muy abrigada, acuérdese que allá es invierno”
-“Sí claro”.-Y enseguida abrió el ropero y eligió la ropa a ponerse...

PARÍS: Apenas bajaron del avión se dirigieron en taxi directamente hacia el hospital. Esta señorita presentía que esa madre podría estar agonizando, y secretamente temía no llegar a tiempo. Más no quiso preocuparlo con esta presunción; si lo peor ocurría en esa semana, descontando a su hermana que en esos momentos se encontraba volando hacia Argentina; él sería el único familiar presente. No obstante, este muchacho se mostró lo nervioso y callado que requería la ciecunstancia Durante el treyecto la torre Eiffel le pasó tan desapercibida como quien ve algo que conoce de memoria, apenas pudo dedicarle una mirada de reojo y permaneció con la vista clavada en el respaldo del asiento delantero del coche.
-“Todo va a salir bien, su madre mejorará, imagine lo contenta que se pondrá al verlo" lo consuela esta circunstancial e inocente compañera de aventura ... "Y en su nombre agradezco que haya venido... Bueno, ya estamos llegando.” Ya en el propio hospital les informaron que esta paciente había pasado a terapia intensiva... Esos ojos cansados, la mirada moribunda de quien espera tanto en vano, a través del vidrio lo conmovió. Sus piernas se aflojaron y debió bajar la suya al piso, justo cuando ella la subía al cielo para siempre…. Todo había terminado así de rápido, solo faltaba regresar...
En el restaurante del aeropuerto, esta fortuita pareja almorzaron como despedida, esperando el vuelo que lo traería de retorno...
-“Lamento que las cosas sucedieron así de esta manera, tan de repente... en minutos apenas.”
“Su hermana aún no está enterada... No creí oportuno darle esa noticia estando en pleno vuelo. Debe ser horrible no tener los pies sobre la tierra en esas circunstancias tan tristes... Lamentablemente para usted, apenas la vea será el encargado de transmitirle esta mala nueva. Es muy probable que se crucen en Ezeiza mismo, o si nó seguramente ella irá a visitarlo a la pensión, ya le pasé la dirección”... “- Sí, me gustaría, hace mucho que no la veo” - contestó él con la voz atragantada En en el aeropuerto se despidieron como dos nuevos amigos. Y quedó sólo, entre tanta gente desconocida, con tantos idiomas allí, sin poder comunicarse con alguien... Sin embargo, por un instante se sintió atrapado por el deseo de quedarse en ese país. Aunque de antemano supiera, cuánto nos cuesta a los argentinos adaptarnos a un país que no es el nuestro, menos con esa gente no le resultara para nada simpática.-“ Pero aquí encontraría un trabajo, seguro... de cualquier cosa” -especulaba –“ Y sé que acá se vive mejor”... Sabía que en casa sólo lo esperaba un alquiler que pagar y bastante vino que tomar; No tan delicioso, indudablemente como el francés que había probado, y que aun saboreaba en la boca como queriendo prolongar esa estadía en su boca. Pero fueron unos segundos de delirio que se desvanecieron en el instante que por el altavoz anunciaron su vuelo pronto. Le faltó tiempo, ya era imposible todo intento, no había vuelta atrás, las cosas se habían dado así y así...

BUENOS AIRES: Por suerte para él no hubo ese posible encuentro, y regresó solo a la soledad de su cuarto de soltero. A media noche del día siguiente, casi destruido por la tensión nerviosa y tantas horas de viaje, aun permanecía dormido tirado en su cama. Afectado también por el síndrome de la diferencia horaria había tomado el día por la noche. A un costado contra la pared, sobre una mesita, todavía quedaban los restos de pizza de aquel sábado de la semana pasada, también la caja del tetra-bric que había exprimido hasta la última gota esa noche, y allí mismo, ahora había dejado esa miniatura de torre Eiffel de plástico gris que había comprado a último momento en el aeropuerto, único testimonio de su inesperado viaje...
Esta vez los golpes en la puerta fueron más fuertes e insistentes ...
-“ No quiso abrir pensando en esa hermana postiza, pero la puerta estaba sin llave y alguien entró. Una mujer de mediana edad, baja, desalineada y con voz chillona, plantada en el marco de la puerta, al verlo de esa manera enseguida le increpó:
-“¡Por fin te encontré, inútil de porquería!... Escucháme una cosa; para esto querías cumplir los dieciocho…Para vivir solo y hacer lo que se te da las ganas, para estar así!... Dejaste el estudio, sos un vago... Mirá la hora que es... Si lo sabe tu padre te mata... Deberías estar buscando otro trabajo y no andar pidiendo plata por ahí ¿ Me estás escuchando, o hablo a la pared? Para que sepas; anteayer me topé con tu vecino en el pasillo y me contó cosas de vos... Le vas atener que devolver lo antes posible toda esa plata que te prestó, me entendés... Parece que no tenés vergüenza... ¿Y me podés decir ahora dónde carajo estuviste toda la semana pasada que no te pude encontrar nunca?”
-“En parís estuve, vieja, en París”... Contestó mirando esa torrecita.
Esa mujer le clavó los ojos, se mordió los labios y entre dientes le contestó más enfurecida todavía:
“¡Así... no me jodás que no tengo ganas de escuchar estupideces! Cuándo se te pase esa borrachera que tenés vamos hablar más claro y me vas a escuchar!. ¡Porque sos un caradura de mierda!”
“-En eso tenés algo de razón”...
-“Dále nomás, seguí provocándome ¿Vos decís que soy loca pero tonta no, eh... Vos creés que yo no sé que también le robaste la ropa a ese pobre francesito que por amigo confió en vos dejándote la llave de su cuarto ... Mirá, ahí está todo en ese bolso. ¡ Devolvesela enseguida, pedazo de sinvergüenza!”
-“Esta bien, vieja... está bien... Tenés toda la razón del mundo. Como siempre, a vos no se te puede mentir ni un poquito”…

Texto agregado el 17-05-2013, y leído por 173 visitantes. (2 votos)


Lectores Opinan
18-05-2013 muy muy bueno, me encanto. jaeltete
17-05-2013 Con la calidad que te caracteriza, envidio tus recursos amigo. Cinco aullidos aleccionados yar
 
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