“Pensamientos de una mente pesimista y egoísta.”

*Es solo un pensamiento absurdo que abordo a mi mente al leer un frase de Mahatma Gandhi, carece de creatividad e incluso de sentido, mas espero sea de su agrado.

Mientras leo a mis autores preferidos o miro mis series añoradas, voy percatándome como mi vida es un arrepentimiento mismo, un camino erróneo en un mundo errante rodeado de errores que consumen y despedazan todo a su paso.
Quiero; no, intento avanzar por el sendero mas razonable, mas sin embargo se encuentra sepultado en obstáculos que incluso me dificultan respirar, el mundo se desmorona ante mis expectantes ojos, que lloran el pasado donde se estancaron y a su vez suplican el mañana.
"Vive como si fueras a morir mañana.”
¿Cómo puedo vivir sabiendo que no hay mañana? ¿Acaso es correcto luchar por una ambición que se acerca más a ser una ilusión? ¿Puedo? ¿Debería? Mi mente gira entorno a eso, algo en mi me dice “Hazlo, es el camino a la felicidad” mientras otro grita “IMPOSIBLE” comenzado una batalla interna con un lejano y desconocido final.
“ Aprende como si fueras a vivir siempre."
¿Debo? Tal vez, ¿Los conocimientos me traerán tranquilidad? ¿“Vivir siempre”? ¿Puedo olvidar mis temores y arriesgarme? ¿Debo considerarme inmortal y capaz? Debería adentrarme en las oscuras profundidades de mi mente sin miedo a fallecer o fallar en el camino. Puedo confiar plena y ciegamente en mi eterna y egoísta existencia ¿Eso esta bien?
“Hazlo, es el camino a la felicidad”
Fue un pensamiento que acudió con desesperación a una mente desolada. ¿Qué es felicidad? ¿Es un objeto material? Que puedo adquirir en la tienda de la esquina. ¿Accesorio? Puedo vestirlo al igual que una alhaja de bronce u oro. ¿Es algo por lo cual puedo pagar? ¿Cuánto? Cual es el precio de la felicidad ¿Basta un centavo o una tonelada de oro?. ¿Se busca? Dime donde la puedo encontrar, en el fondo del mar siendo decorada con corales y habitada por creaturas submarinas, las profundidades de una cueva donde los murciélagos revolotean con el mas mínimo rayo de luz, el centro del desierto con el calor más sofocante y la sed mas ardiente o quizás “a la vuelta de la esquina” en la calle adyacente a esta, en la casa de junto, giro sobre el concreto y ¡Ahí esta!; Lo dudo.
Dudo poderla adquirir en algún mercado, mas si es aquel del que proviene la sabiduría, tal vez. Dudo poder vestirla al igual que este anillo, pues es demasiado inmensa para un cuerpo tan frágil, si se lo dejo a mi alma, TAL VEZ. Dudo poder comprarla pues carece de un precio, en cambio se compensa con un valor inconcebible. Dudo tener la capacidad de encontrarla, pues esta en todos y en ningún lugar, si miro dentro de mi corazón y de los que me rodean, ¡TAL VEZ!.
Quizás si . . . Me albergo en la idea que aquel mañana que tanto añore no existe, me deprimiré, es definitivo, aun que, los temores han de desaparecer al realizarse, si no hay un mañana por el cual batallar debo luchar por y en el “Hoy” para crear uno, si lo logro obtendré 12 horas de gloria y otras 12 en guerra, si fallo ¡Que más da! Se puede aplazar pero jamás detener lo inevitable, ¿Por qué no lidiar con el hoy para forjar un mañana? Algún día tendré que toparme con el final, hasta ese entonces ¿Por qué rendirse?
La inmortal no es más que anhelo oscuro y lejano, probablemente impuro, mas, al no existir un mañana, mis temores se han de materializar, y desaparecer junto con mi existencia contemporánea, sin temores, no hay muros, podre volar hasta que sol que quema mis alas forzándome a caer. Pero prefiero caer habiendo volado, que perecer en el anhelo.