EL ENCANTO DEL LAGO 
 
La noche se veía seductora, la luna tenía un brillo deslumbrante, estaba tan amarilla que parecía de áureo, la luz se filtraba por los cristales de la ventana de Vanesa y bañaba la habitación; Vanesa miró el reloj y eran las 7 de la noche, todavía era temprano como para dar un paseo, tomó su vehículo y lo puso en marcha hacia un lago que quedaba muy cerca del hotel turístico donde se estaba alojando. Cuando Vanesa llegó al lago se quitó los zapatos y se puso a caminar por la orilla; mientras caminaba se dio cuenta que el lago tenía como un encanto especial, las etéreas auras como que jugaban con la atmosfera azulada, se sentó, y mientras contemplaba el lago, veía a las nubes retratadas  en sus vibrantes  y mágicas  aguas,  parecía que el lago las había encantado  con su fascinante belleza. Vanesa  siguió contemplando ese espectáculo de  belleza de la divina natura, cuando  repentinamente vio una ráfaga de aves nocturnas  que como atraídas  por el encanto del lago iban pasando y dejándole su rítmica y suaves melodías, en ese  mismo instante,  sintió como que alguien estaba nadando, miro, y no vio a nadie, pero sin embargo , algo invisible como que se zambullía dejando ver unas burbujas y el agua empezó a verse más brillante, Vanesa no salía de su asombro y como que estuviese hipnotizada  no apartaba su mirada de allí. Cuando Vanesa se paró para irse al Hotel,  vio a una hermosa niña  que  la miraba y sonreía , sus dientes eran como perlas que engalanaban su rostro y sus ojos eran como dos luceros ,y ella como atraída por esos ojos la siguió, pero esta caminaba con la velocidad del viento y en un instante desapareció  como que fuese una estela de luz que se perdía en el firmamento, y  repentinamente  un fogonazo de relámpago que venía de las nubes  iluminó el lago,  Vanesa estaba impresionada era como que ese lago estuviese encantado, tomó su vehículo y se dirigió al Hotel. Cuando Vanesa llegó al Hotel se dio cuenta que en la galería del hotel  había una exposición de pintura y se puso a ver las obras de arte y como atraída por un magnetismo miro una hermosa obra de arte y era la misma niña del lago y como que le sonreía y ella sintió que su corazón vibraba aceleradamente y su respiración se hizo más lenta y regular y sus músculos faciales empezaron a relajarse; Vanesa no se había dado cuenta que alguien la observaba ,y era un viril hombre que se había dado cuenta del  gran impacto que le había  producido el cuadro de la niña a Vanesa, se le acerco, y amablemente le preguntó, ¿le pasa algo? , sí, le respondió  ella, acabo de ver a esa misma niña en el lago y repentinamente desapareció, él le dijo, le creo, esa niña es el encanto del lago, yo estoy restaurando  su cuadro y voy a escribir su leyenda ¿su leyenda?, pregunto Vanesa, sí, su leyenda contestó él, su voz era grave, profunda y vibrante, cuando Vanesa le miro los ojos se dio cuenta que eran brillantes como el de la niña,  a Vanesa ese hombre le pareció misterioso, repentinamente,  Vanesa miro por uno de los cristales de la ventana del hotel y vio su reflejo, en cambio el de él no se veía, cuando fue a mirar hacia donde estaba él, lo que vio fue una obra de arte con el rostro del mismo hombre con quien ella estaba hablando. Vanesa se había dado cuenta que había tenido un encuentro con un fantasma. 
 
Fin  
 
Cuento ficticio 
 
Por: Mayte Moreno  
 
 
 
 
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