El viento sopla favorable y la última amarrada ya fue hecha. La vela -improvisada con retazos- enrollada espera inquieta el momento del despliegue. La emoción del movimiento. Acontramarea. El momento de henchirse. Y decirse -como hacia adentro- al fin es hora de. Correr. Y hacerse a la mar.

[Mandarse contra la espuma con balsa y todo. Como quien intenta salir de una pesadilla.]

He naufragado. Quién sabe cuándo cuánto. Qué. He naufragado caído. Fuera del tiempo. Flotando. Cómo decirlo. Estoy aquí ahora. Pero perdido náufrago testigo de la áspera intemperie. Estoy deshecho y sin embargo:
El viento sopla. Grito. Ahora. Una mano empuja. Salto. La otra rema. Espuma. De pronto. Caigo. Remo. Grito. La salvación. La salvación.

Y de repente una ola gigantesca eclipsa el sol sobre mi cabeza.

Y mientras caigo nuevamente sueño que repito. Tierra firme. Tierra firme.