DÉJAME SUSURRARTE




Déjame susurrar a tu oído
palabras y frases muy mías,
que jamás ha escuchado otra mujer.
Voy a desnudar mi alma,
para así,entrar en tu corazón,
como a veces penetro tu cuerpo.
Tú conoces,palmo a palmo,
todas mis reconditeces,
mi olor,el sabor de mi piel.

Y lo descubriste el día en que decidí
que este continente:mi cuerpo,
sólo lo recorrieras tú.

Hoy vas a conocer como ninguna
mi alma.

Abriré para ti ese baúl oscuro,
donde guardo mis penas
después de usarlas.
Verás allí el traje que vestí el día
que contemplé el cadáver de mi papá;
era un vestido pequeño,
un vestido de niño, mojado por mis lágrimas.
Te dejaré ver también,la ropa prestada
que usé el día de mi primera comunión.
En la manga del saco cuelga todavía
la cinta blanca con su cáliz dorado.
Desde aquel día siempre he creído
que el cuerpo de cristo,sabe a llanto.