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Inicio / Cuenteros Locales / musas-muertas / El Asesino y la víctima

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Nunca supo porque se convirtió en asesino, de hecho nunca había asesinado a nadie. Si en cambio supo cuando. Fue esa mañana donde no soportó mas a la víctima. A diferencia del asesino, la víctima siempre fue víctima.
Lo curioso del caso fue que esa misma mañana planificó todo. Asesinarlo sería una tarea fácil, luchó un poco con su conciencia pero enseguida aparto todo arrepentimiento, la víctima le daba lástima. Justificándose sintió que en el fondo le haría un favor, al fin y al cabo este no paraba de quejarse de su triste fortuna. La decisión estaba tomada, esa noche perpetraría el homicidio.
Esa tarde, en su taller, el asesino revisó su arma y extrajo una bala. Con sumo cuidado perforó con una pequeña mecha un orificio en el centro del proyectil y con una jeringa descartable extrajo una gota de mercurio del termómetro que acababa de romper y la introdujo en el orificio, luego cubrió el mismo con cera y finalmente repuso la bala en el cargador. No podía fallar.
Esperó pacientemente el encuentro. La víctima se hallaba sola en el cuarto sentada en el borde de la cama. Tiró la corredera de su pistola semiautomática, la bala especialmente preparada esa tarde se alojó en la recámara y apuntó directamente a la sien.
La victima seguía inmutable, una lagrima corrió por su mejilla, como si intuyera y aceptara el breve y trágico desenlace.
El dedo del asesino oprimió el gatillo.

En un instante el mecanismo del gatillo dejo en libertad al resorte comprimido por la carga de la corredera y el martillo golpeó a través del percutor la cápsula en la vaina de la bala que contenía el fulminante químico. La acción mecánica del choque produjo una pequeña explosión y llamarada que rápidamente entro en contacto con la pólvora de la vaina generando una explosión dentro de la recamara de la pistola. Parte de la energía liberada provoco el retroceso de la recamara expulsando la vaina servida. la mayor parte propulsó a la bala de plomo con su contenido de mercurio a través del caño. las estrías helicoidales le dieron al proyectil un efecto giroscópico y la aceleración aplastó la gota de mercurio contra el fondo de la cara posterior del proyectil. El recorrido del proyectil fue muy breve. Apenas salió de la boca del arma se encontró con el suave tejido de la piel y luego perforó el hueso del cráneo. La enorme desaceleración provoco que la gota de mercurio se impulsara dentro del orificio de la bala y saliera liberada al interior de la masa craneana. El comportamiento de la gota de mercurio fue idéntico al de las bombas de racimo, en donde encontraba tejido se fraccionaba y dividía destruyendo capilares sanguíneos y tejido neuronal a su paso. De igual manera la bala debilitada por la perforación nunca llegó a salir. Transformándose en una especie de granada, sus esquirlas alcanzaron casi la totalidad del cerebro.
La súbita presión en el interior de la caja craneana provocó una inmediata reacción. Los globos oculares salieron de sus órbitas, y parte del tejido cerebral encontró salida a través de las fosas nasales y los oídos.


La víctima cayó al piso, justo sobre la cobertura plástica que el asesino había colocado a sus pies para evitar manchar el piso.
En un último estertor, la victima abrió su mano dejando caer a un costado la pistola del asesino.

Texto agregado el 13-08-2013, y leído por 277 visitantes. (12 votos)


Lectores Opinan
05-09-2013 Genial. me gusto eso de que cubrio el piso para que no se ensucie.el relato es exelente, pero ese detalle es genial. jaeltete
04-09-2013 Extraordinario. Ahora leí pacientemente y entendí. "Eso" me faltó la vez anterior "paciencia"***** (aunque ya las di) girouette-
29-08-2013 Grandioso relato amigo. Me gustó muchísimo como describes el funcionamiento del arma. Le da un gran realismo y no se diga del final. Saludos!!! kone
27-08-2013 Qué genialidad para escribir algo así. Simplemente, increíble. Te felicito, Musitas querido. SOFIAMA
15-08-2013 Muy atrapante texto, con un fin insospechado. como siempre un placer =D mis cariños dulce-quimera
14-08-2013 La misma impresión tuve. Una escena en cámara lenta que no adormece. buen final. un abrazo. umbrio
14-08-2013 Mortales. El balazo y el cuento. El detalle del fenómeno que se produce en el disparo agrega una cuota de un materialismo patético, con el balde de agua fria del final inesperado e inteligentemente disimulado en los indicios. Muy bueno, como todo lo tuyo, amigo. Salú. leobrizuela
14-08-2013 Muy bueno. Vas envolviendo al lector con detalles, que no dejan ver..y me pareció que tienes experiencia...van cinco balazos...y un abrazo york
14-08-2013 Ahhhh!!!, texto en camara super lenta que me permitio ver el daño minuciosamente causado... por el "asesino". Como siempre amigo, el final genial, como debe de ser. Que gran placer leerte, lástima que sea tan de vez en cuando. Miles de aullidos yar
14-08-2013 ¿Sabe que yo conozco varios de esos asesinos víctimas? Se andan disparando una estrella en cada texto de los colegas para ver si alguna vez aciertan y se matan de una vez... Excelente texto! ZEPOL
14-08-2013 Buenoooo,,, un intenso suicidio,, Remi_dee
14-08-2013 Buenoooo,,, un intenso suicidio,, Remi_dee
14-08-2013 Me dio impresión todo lo que hizo la bala y el mercurio, como lo describiste,,,el dedo del asesino...humm cuanto misterio, me dejó pensando. Bien.. silvimar-
14-08-2013 Me gustó mucho, si en realidad es como lo entendí. Un suicidio? suedith
14-08-2013 El proceso del crimen... girouette-
14-08-2013 El proceso del está contado meticulosamente. El motivo del asesinato me parece extraño, aunque todo ese misterio le confiere suspenso al relato. Mis***** girouette-
 
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